El historiador británico John Elliott, uno de los hispanistas más reputados del mundo, que destacó por sus estudios sobre el Imperio español, ha muerto este jueves a los 91 años, según han confirmado a Efe fuentes cercanas a la familia. Elliott recibió el premio Príncipe de Asturias en 1996 y, entre otros reconocimientos, fue investido doctor "honoris causa" en universidades como la de Alcalá de Henares, la Complutense o la Carlos II.
El hispanista fue autor de la considerada como la biografía definitiva del Conde Duque de Olivares y de otros libros clave en el hispanismo como "La España imperial" o "Lengua e imperio en la España de Felipe IV".
Elliott ha fallecido en un hospital de Oxford tras haber sido ingresado recientemente, en la misma ciudad de cuya prestigiosa universidad era profesor emérito.
El estudioso era uno de los últimos eslabones de la legendaria saga de hispanistas angloparlantes en la que también forman o formaron parte nombres como Paul Preston, Hugh Thomas, Ian Gibson o Raymond Carr. Como recordó en repetidas ocasiones a lo largo de su vida, su carrera estuvo ligada a la historiografía española desde hace más de siete décadas, cuando, siendo estudiante universitario, contempló por primera vez en el Museo del Prado un cuadro del Conde Duque de Olivares firmado por Velázquez.
En aquella gira de seis semanas por la península, Elliott quedó "impresionado" por España, y en especial por el Museo del Prado, lo que le llevó a dirigir su mirada hacia ese país aunque había estudiado previamente francés y alemán.
Siempre fue un intelectual muy pegado a su tiempo
Pese a indagar sobre todo en la Edad Moderna española y en las raíces de los conflictos actuales, siempre fue un intelectual muy pegado a su tiempo, preocupado por las crisis que golpeaban a España, al Reino Unido y al conjunto de la Unión Europea. En una entrevista con Efe en 2018, Elliott se declaraba muy preocupado por la "polarización" de la sociedad catalana a raíz del "procés" independentista y recordaba que una parte importante de la población catalana defendía un "doble patriotismo".
Igualmente alertó en sus últimas comparecencias públicas contra el populismo, tanto de izquierdas como de derechas, por ser "ideologías que se aproximan más a la fantasía que a la realidad". Y aunque se le consideraba uno de los mayores maestros de hispanistas británicos, él aseguró siempre que no se consideraba "creador" de una escuela, ya que prefería centrarse en cada historiador como individuo y no como colectivo.
Doctorado en Historia por la universidad de Cambridge, cosechó un sinfín de premios a su labor, como el Nebrija en 1993, y dejó títulos clave como "La revuelta de los catalanes", "Europa en la época de Felipe II, 1559-1598" o la mencionada biografía del Conde Duque de Olivares.