La actriz Agata Lys ha fallecido a los 68 años en Marbella (Málaga), una muerte que se produjo el pasado 12 de noviembre pero que ha trascendido ahora, según confirma la Unión de Actores en su Twitter.
Lys, quien inició su carrera televisiva en la década de los 70 en el programa 'Un, dos, tres...responda otra vez', pronto se convirtió en uno de los iconos del cine del destape participando en películas de directores como Juan de Orduña o Pedro Lazaga.
Sin embargo, su gran espaldarazo en el celuloide llegó de la mano de Mario Camus y la multipremiada 'Los santos inocentes', donde interpretaba a la amante del señorito Iván (Juan Diego).
Posteriormente, su filmografía vino acompañada de otros títulos como los de 'El regreso de los mosqueteros' (1989, de Richard Lester), 'Taxi' (1996, de Carlos Saura) o 'Familia' (1996, de Fernando León de Aranoa).
Actriz con varios títulos de teatro a sus espaldas (debutó a los 17 años como Doña Inés en el Teatro Lope de Vega de Valladolid), alternó los últimos años de su carrera los trabajos en cine y las tablas. También tuvo alguna colaboración en series de televisión como 'Amar en Tiempos revueltos'.
Al parecer había sufrido una caída y tuvo algunas complicaciones, según las fuentes consultadas por la agencia Efe, que explican que no quería saber nada del mundo artístico por el que fue conocida y que solía usar unas pamelas grandes y gafas para que no la reconocieran.
Vivía sola en un piso ubicado en Benalmádena costa, en la zona del Puerto Deportivo, en plena Costa del Sol, un lugar que consideraba el paraíso y donde se instaló hace casi dos décadas, prácticamente cuando se retiró de su actividad profesional, indican dichas fuentes.
Amante de los animales, tenía un gato y un perro que sacaba a pasear de noche para evitar que la vieran e incluso habría llegado a comentar que prefería que cuando falleciera no se diera a conocer la noticia.
Quería dejar atrás su pasado artístico, según las fuentes, que la comparan en esa actitud con la de la cantante Marisol, mientras que otras personas apuntan que insistía en que ella era "Margarita", en vez de Agata.
Originaria de Valladolid, había encontrado su sitio en Benalmádena, ante cuyos responsables municipales llegó a trasladar en alguna ocasión su malestar por un cambio que se iba a hacer en los módulos de playa de este turístico enclave.