La familia del Athletic se ha estremecido este viernes tras conocer la muerte de Txetxu Rojo (Bilbao, 1947), uno de los grandes de la entidad. El que fuera fino y habilidoso extremo izquierdo rojiblanco ha fallecido a los 75 años de edad.
One Club Man con mayúsculas, Rojo I tiene el honor de figurar, solo por detrás de José Ángel Iribar, su amigo y antiguo compañero, como el segundo jugador que más partidos ha disputado en la historia con el conjunto bilbaíno, un total de 541, en las 17 temporadas que ejerció como león (1965-1982).
Digno sucesor de Piru Gainza, los que le vieron jugar en el viejo San Mamés desde su debut a los 18 años, recuerdan su calidad, con los centros como gran especialidad, y su forma de jugar, un tanto anárquico e irreverente. Sufrió la dureza de los defensas de la época, sin el vídeo arbitraje ni nada que se le parezca.
Le llamaban Polvorilla por su carácter nervioso, algo que palparon algunos rivales, árbitros y la grada de San Mamés, con la que tuvo sus más y sus menos, con sonados enfrentamientos, ya que cierto sector de la afición le reprochaba que no metiera la pierna. Él prefería encarar y buscar él área contraria. Una estirpe en extinción en el fútbol actual.
OTRA SAGA DE HERMANOS
Con 67 goles en su haber, lo suyo era más lo de asistir que lo de ver puerta. Ganó dos títulos de Copa y el subcampeonato de la Copa de la UEFA en 1977. No pudo celebrar un título de liga. Txetxu siempre mostró una gran condición física, preocupado por cuidar su cuerpo. En el partido de despedida tras su retirada, la selección de Inglaterra visitó La Catedral para medirse por primera vez a un club.
Rojo I tuvo el honor de compartir vestuario y equipo durante siete temporadas con su hermano José Ángel, cinco años más joven que él. Rojo II ejercía como centrocampista de gran recorrido. Luego llegarían los Salinas y en la actualidad los Williams.
CARRERA COMO ENTRENADOR
Tras colgar las botas siguió ligado al fútbol, esta vez en los banquillos. Después de pasar por las categorías inferiores rojiblancas, donde brilló al frente del juvenil de Garitano, Alkorta y Mendiguren, en la temporada 1986-87 tomó las riendas del Bilbao Athletic en Segunda División. Un año después fue el ayudante de Howard Kendall en el primer equipo, haciéndose cargo del Athletic gran parte de la campaña 89-90. Tuvo que esperar más de una década para volver a Bilbao. En el curso 2000-01 vivió su segunda etapa al frente del Athletic tras relevar a Luis Fernández. No tuvo éxito en el club de sus amores.
Antes, en los noventa, dirigió al Celta tres temporadas, logrando un ascenso a Primera División y un subcampeonato de Copa. También entrenó a Osasuna, Lleida, Salamanca y Zaragoza. En el conjunto maño estuvo en dos etapas antes de terminar en el cuerpo técnico del Rayo en 2004. Formó tándem con Iñaki Saez como seleccionador de Euskadi. Se va un mito del Athletic. La familia rojiblanca y el mundo del fútbol están de luto.