Johan Neeskens, mito del Ajax y del FC Barcelona, murió este domingo a los 73 años de edad, según ha confirmado la KNVB, la federación holandesa de fútbol.
Neeskens fue uno de los pilares fundamentales de la naranja mecánica que cautivó al mundo en la década de 1970, junto a Johan Cruyff, con el que formó un dúo irrepetible tanto en la selección naranja como en el Ajax y FC Barcelona. De hecho, fue Cruyff el que reclamó su fichaje a la entidad blaugrana.
Su nombre es sinónimo de la evolución táctica y la intensidad que definieron una era dorada para el fútbol europeo. A lo largo de su vida, Neeskens se distinguió no solo por su habilidad y su entrega en el campo, sino también por su carácter humilde y comprometido fuera de él.
El motor del "fútbol total"
Nacido el 15 de septiembre de 1951 en Heemstede, Países Bajos, Johan Neeskens se formó como jugador en la cantera del RCH Heemstede antes de dar el salto al fútbol profesional. Fue en el Ajax donde se consolidó como uno de los mejores mediocentros de su generación. Con una habilidad única para mezclar talento técnico con una intensidad física incomparable, Neeskens destacó en el revolucionario esquema del llamado "fútbol total", implementado por el icónico entrenador Rinus Michels. Este estilo de juego se basaba en la flexibilidad táctica, donde los jugadores podían intercambiar posiciones a lo largo del partido, borrando las fronteras tradicionales entre defensa, mediocampo y ataque.
La sinergia con Johan Cruyff en el Ajax fue crucial para que el equipo lograra una etapa de dominio tanto en la neerlandesa como en Europa, donde conquistaron tres Copas de Europa consecutivas entre 1971 y 1973. Neeskens, con su fortaleza en la recuperación de balón y su habilidad para sumarse al ataque, fue el complemento perfecto para la creatividad y el liderazgo de Cruyff.
Héroe del Mundial de 1974
A nivel internacional, Johan Neeskens fue parte fundamental de la selección neerlandesa que deslumbró en el Mundial de 1974 de Alemania. Aquel equipo, liderado por Cruyff y articulado en gran medida por Neeskens, dejó una huella profunda en la historia del fútbol por su propuesta ofensiva y por cómo revolucionaron el juego.
Aunque la selección neerlandesa no logró alzar el trofeo, el impacto de su juego fue enorme, y Neeskens fue uno de los más destacados. Anotó cinco goles en el torneo, incluido un penalti en la final contra Alemania, aunque su equipo perdió 2-1.
Aventuras en Barcelona y Estados Unidos
Después de su exitoso paso por el Ajax, Neeskens siguió a Cruyff al FC Barcelona, donde volvió a brillar, aunque no logró igualar los éxitos colectivos que vivió en su país. No obstante, su compromiso y garra le valieron la admiración de la afición culé, que lo recuerda como uno de los jugadores más combativos de su generación.
A finales de la década de los 70, Neeskens decidió dar un giro inesperado a su carrera, trasladándose a los Estados Unidos para jugar en la NASL (Liga Norteamericana de Fútbol), donde defendió los colores de los New York Cosmos junto a otras leyendas como Pelé y Franz Beckenbauer.
Su aventura americana contribuyó a popularizar el fútbol en ese país, aunque también marcó el ocaso de su carrera en la élite europea.
Legado imborrable
El estilo de juego de Johan Neeskens, una mezcla de sacrificio, técnica y visión, influyó a generaciones de medios centros que lo sucedieron. Muchos lo consideran el mediocentro defensivo perfecto: capaz de recuperar balones con fiereza y, al mismo tiempo, iniciar jugadas ofensivas con una claridad inusual. Además, su capacidad para adaptarse a diferentes roles dentro del campo lo convirtió en un jugador versátil y vital en cualquier esquema táctico.
Tras su retiro como jugador, Neeskens se mantuvo ligado al fútbol como entrenador y asistente técnico, participando en diversos proyectos. Su carrera como técnico no llegó a la altura de sus éxitos como jugador, pero su nombre siempre fue sinónimo de respeto y admiración en el mundo del fútbol.