Dos agentes de policía murieron hoy en Bulgaria al ser atropellados por el conductor de un autobús que transportaba a 48 inmigrantes indocumentados y al que perseguían tras haberse saltado un control de seguridad.
El vehículo, de matrícula turca, ignoró las órdenes de detenerse de los dos agentes de la Policía fronteriza sobre las 02.00 GMT, cerca de la ciudad de Burgas, en el este del país, según informó el vicesecretario del Ministerio de Interior, Stanimir Stanev.
Los dos agentes persiguieron al autobús en el coche policial y trataron varias veces de detenerlo, hasta que en uno de los intentos fueron arrollados y su vehículo quedó aplastado.
El fiscal de la región de Burgas, Georgi Chinev, indicó a la emisora BNR que los inmigrantes fueron detenidos pero que el conductor del vehículo logró escapar, y calificó el atropello de "un acto deliberado y consciente".
El ministro interino de Interior, Ivan Demerdzhiev, aseguró a principios de mes que la presión migratoria en la frontera con Turquía es seis veces mayor que hace un año.
El Gobierno ha destinado 680 policías más a la frontera y hoy se ha anunciado que se desplegarán además 300 militares de refuerzo.
En lo que va de año, 7.630 personas han sido detenidas tratando de cruzar la frontera de forma ilegal, el doble que el mismo periodo del año pasado, según datos oficiales. La mayoría de detenidos son afganos y sirios que huyen de los conflictos en sus países.