Julia Navarro
"Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando", advertía Julia Navarro en la presentación de su nueva novela, 'Dispara, yo ya estoy muerto', que encierra en sus casi mil páginas una compleja historia confeccionada a partir de muchas pequeñas historias y en la que los personajes son los verdaderos protagonistas. "Los personajes de esta novela me han enseñado mucho y forman parte ya de mi historia personal", señalaba la escritora madrileña. Se trata de una emocionante crónica que mezcla historia, drama, política y suspense, y que aborda el origen y el devenir de dos sagas familiares, los Zucker y los Ziad, que a pesar de proceder de orígenes muy distintos, tienen un destino común.
La persecución nazi se erige como contexto histórico de esta ficción, que tampoco renuncia a una alta dosis de suspense para tratar, cómo no, de sorprender al lector. Con estos mimbres, se desarrolla la historia de 'Dispara, yo ya estoy muerto', que comienza a narrarse con la última etapa zarista de fondo, a finales del siglo XIX, y finaliza en 1948 después de atravesar algunos de los sucesos más importantes de la historia contemporánea.
La novela titulada 'Dispara, yo ya estoy muerto', de Julia Navarro.
Los Zucker son una familia perseguida por su condición de judíos, que se ve obligada a abandonar Rusia huyendo del horror nazi. A su llegada a la Tierra Prometida, en Jerusalén, Samuel Zucker comprará unas tierras a la familia Ziad, de origen árabe y encabezada por Ahmed, con el deseo de instalarse en su tierra de acogida. Poco a poco, entre Samuel y Ahmed surgirá una sólida amistad que, por encima de sus diferencias religiosas y políticas, tratará de mantenerse de generación en generación.
Tal y como desvela la solapa de 'Dispara, yo ya estoy muerto', "con las amenazas, la sed de venganza y muchas pasiones desatadas como telón de fondo, las vidas entrecruzadas de los Zucker y los Ziad conforman un mosaico de traiciones y sufrimientos, de amores posibles e imposibles, al tiempo que plasman la gran aventura de vivir y convivir en un territorio marcado por la intolerancia".
'Treinta doblones de oro'
Jesús Sánchez Adalid
A través de esta novela histórica de aventuras, Jesús Sánchez Adalid nos introduce en el misterio profundo del ser humano, sus temores, sus dudas y sus esperanzas, entre originales episodios llenos de humor y vitalidad. La historia transcurre en un noble caserón de la Sevilla del siglo XVII, al que el joven Cayetano entra como contable al servicio de don Manuel de Paredes, un hidalgo que ha invertido sus últimos bienes en un navío que parte rumbo a las Indias. Un día llega la fatal noticia de que el barco ha naufragado y su preciada carga se ha perdido en el fondo del mar, lo que complica la hasta entonces privilegiada situación financiera del hidalgo hasta el punto de tener que hipotecar su palacio y pertenencias familiares ante un porvenir incierto.
En esta novela publicada en 2013, su autor, nacido en la localidad de Villanueva de la Serena, en Badajoz, quería dar a conocer "una Sevilla adormecida en su belleza barroca y gloria pasada", además del agitado reino de Mekinez en Berbería, "la recóndita vida en la ciudad del cruel sultán Mulay Ismail", la reconstrucción de la pérdida del Cristo de Medinaceli, que fue arrebatado en 1681 a la debilitada guarnición española de La Mamora, en el norte de África, y el encuentro de un abanico de curiosos personajes que tratan de salir de sus respectivos aprietos.
'Treinta doblones de oro', de Jesús Sánchez-Adalid
Sánchez Adalid es patrono de la Fundación Paradigma Córdoba, que tiene como propósito "recordar los ejemplos positivos de convivencia entre las tres religiones abrahámicas: judía, cristiana y musulmana, que ocurrieron en al-Andalus, buscando con ello los principios y fundamentos del ecumenismo y del diálogo". Algo que aunque con las licencias literarias que toda novela permite, consigue plasmar este escritor, que acaba de publicar este año 'Bajo el fuego y la sal', una novela que mezcla elementos como la ambición, la aventura, el amor, la traición y la guerra a un ritmo trepidante y con "el acontecimiento más dramático vivido nunca por la cristiandad medieval, el saqueo del Vaticano", como detonante.