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Mujeres ¿al borde de conseguir la igualdad?

8-M, Día de la mujer
Sarai Montes, Karmele Larrinaga, Ana Dosio y Garazi Sánchez.
Sarai Montes, Karmele Larrinaga, Ana Dosio y Garazi Sánchez.

Presidenta del Observatorio vasco LGTBI+

Sarai Montes: "El nivel de machismo ha subido mucho en las aulas"

Sarai Montes ofrece formación sobre transexualidad en centros escolares. Foto: Pablo Viñas

"El nivel de machismo ha subido mucho en las aulas. Hemos dado pasos de gigante para atrás". Lo dice Sarai Montes, presidenta del Observatorio Vasco LGTBI+, con conocimiento de causa, ya que ofrece formación sobre transexualidad en los centros escolares, donde oye comentarios que la dejan con la boca abierta, como: "Si veo a mi novio en la discoteca hablando con otra les pego una paliza" o "Si un compañero viniera con un vestido, le prendería fuego". "Antes no se oían esas cosas. Yo en EGB no tenía compañeras de clase machistas", asegura.

A Sarai le preocupa "lo supersexualizado que está todo en edades tempranas: la forma de vestir, la manera de comportarse... Hay chavalas que, en vez de pensar a futuro en tener un empleo guay, te dicen: No, no. Yo, un marido que gane dinero y me mantenga. Se están haciendo a sí mismas mujeres objeto. Están a gusto con ese rol", lamenta esta profesional, para quien este retroceso "viene antes de la pandemia" y "no tiene tanto que ver con las redes sociales, que también influyen, sino con la mezcla de culturas más o menos machistas que tenemos ahora mismo en el aula".

Ante estas adolescentes "que están pensando en depender de alguien", urge a trabajar "el empoderamiento, porque si tú no estás empoderada, el día de mañana eres totalmente manipulable y manejable. Tener tus estudios y tu carrera no solo te va a generar ingresos, te va a dar libertad".

Sarai ha trabajado de electricista, almacenera, informática, administrativa, montadora industrial... y actualmente es la responsable de la oficina de atención de Berdindu. "El colectivo de mujeres transexuales sigue estando doblemente discriminado. Muchas veces tienen mucha dificultad para llegar al mundo laboral y los empleos que consiguen son sin contrato. Cuanto te llega una pandemia, se les caen todos los ingresos porque se tienen que encerrar en casa, como les ha pasado a las chicas que se dedican a la prostitución o a los cuidados". Tampoco corrieron mejor suerte en el confinamiento "las chavalas que siguen viviendo con sus padres y no tienen su apoyo. Hay casos que se han podido convertir en verdaderos infiernos".

Actriz

Karmele Larrinaga: "Las mujeres van más al teatro, pero los directores son hombres"

Karmele Larrinaga cree que se ha avanzado, pero queda mucho por hacer. Foto: DEIA

Mientras saca las habas de la cazuela porque le espera una tarde intensa, la actriz Karmele Larrinaga se queja más de la pandemia que del machismo en su profesión. "Yo laboralmente no me he encontrado ningún problema por ser mujer. Sí me he encontrado con el típico cerdo. Eso en todas partes sucede".

Cierto es que a veces damos rango de normalidad a situaciones que no lo son y que hemos asimilado. A medida que avanza la conversación, salen a flote algunas situaciones que no son precisamente igualitarias. Actrices y actores sí, pero los puestos de dirección los desempeñan fundamentalmente hombres. "Y eso que las mujeres son las que van más al teatro. Ocurre al final en cualquier curso. Las mujeres somos mayoría cuando se trata de aprender, pero en puestos de dirección no. Ahora parece que empieza a abrirse más este campo en el mundo del cine". Larrinaga dice que solo hay que fijarse en los grandes cocineros. "Todos son hombres, cuando en la cocina han estado siempre las mujeres. Si pasa en este campo, que era intrínseco de la mujer...".

La pandemia les ha pasado factura a Karmele y sus colegas de profesión. "Me quedé a las puertas de estrenar un trabajo y he estado cobrando el subsidio de 430 euros". Las crisis afectan a los colectivos más vulnerables y Karmele cree que también la guerra se dejará sentir. "Tendremos menos dinero y eso significa menos también para el ocio", valora. Aunque en este punto cree que las crisis les han castigado por igual a ellos y a ellas, todos artistas.

Sí es verdad que "actriz y actor no cabe duda de que lo bandean de forma diferente. El tema de los hijos es fundamental, así como el de las personas mayores. Al final una mujer siempre tiene más responsabilidad y menos posibilidades de aceptar trabajo". En cambio, en los sueldos en Euskadi, según asegura, no hay una brecha de género.

Karmele aspira a que la mujer avance poco a poco y, "aunque muchas veces pierdes la esperanza, habiendo cabezas cuadradas en el mundo, nos va a costar, pero vamos avanzando. Yo he vivido cómo mi madre no podía firmar un documento de una cuenta bancaria. Y eso es hace 40 años. Se ha avanzado mucho, aunque queda otro tanto", expresa.

Médica de familia

Ana Dosio: "Se ha tendido a invisibilizar a las expertas en covid"

Ana Dosio ha echado en falta

El coronavirus, a simple vista, ha arrasado con todo y con todos, sin distinción de sexo, pero basta detenerse y rascar para ir dejando al descubierto las diferencias. "En esta pandemia ha existido una tendencia a invisibilizar a las expertas en covid. En nuestra comunidad el LABI ha contado con un 23% de representación femenina, uno de los porcentajes más bajos de la península", apunta Ana Dosio, médica de familia que trabaja en el centro de salud de Galdakao.

En consulta, en planta o en UCI, sin embargo, ellas han estado expuestas en mayor medida. "Las ocupaciones de mayor riesgo de contagio han sido las sanitarias y sociosanitarias y las mujeres ocupan el 66% de los puestos de trabajo en el sector de la sanidad", detalla esta profesional, miembro de Osatzen y del Comité de Ética Asistencial de Atención Primaria de Bizkaia.

El confinamiento vino a ahondar más en la brecha. "El cierre de las escuelas aumentó el estrés en los hogares y requirió la participación fundamentalmente de las madres. Fue un momento de gran incertidumbre y exigencia en el desempeño laboral, al que se unía la necesidad de cuidados de padres, hijos e hijas y otros familiares en nuestros domicilios", recuerda.

Entre sus consecuencias más trágicas, la pandemia también dejó a muchas mujeres atrapadas con su agresor. "La telemedicina dificultó la detección de violencia doméstica. Durante el estado de alarma aumentaron las solicitudes de asistencia por violencia de género, las llamadas al 016 o las consultas on line por la misma razón. El confinamiento resultó una situación de máximo riesgo", subraya.

En el aspecto sanitario, apunta, "hemos echado en falta datos desagregados por sexo, que nos habrían podido ayudar a manejarnos mejor en la clínica". En este sentido, señala que "solo el 4% de los ensayos clínicos realizados con medicamentos tenían en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres, por lo que no es extraño que dos de cada tres efectos secundarios registrados tras la vacunación se observen en mujeres". "Ignorar los aspectos relacionados con el género en el covid u otras áreas de la medicina no está justificado ni científica ni éticamente", censura.

Surfista profesional

Garazi Sánchez: "Cuando era niña no encontraba referentes femeninos en el surf"

Garazi Sánchez desea que la mujer no se tenga que cuestionar nada por serlo. Foto: DEIA

Son las cinco de la mañana en El Salvador, desde donde Garazi Sánchez nos habla de surf, mujer y futuro. Se encuentra en este país entrenando. "El surf es un mundo sexualizado especialmente", dice al recordar su infancia. "Cuando era pequeña recuerdo que, dentro de los campeonatos de surf, para chicas estaba el Miss culo". La buena noticia es que "eso se ha esfumado y a día de hoy la liga profesional tiene igualdad de premios para hombres y mujeres, y hay cada vez más chicas".

La pandemia ha afectado al deporte, que se ha precarizado, pero Garazi no sabría decir si como mujer, en concreto, lo ha hecho aún más. A pesar de que el mundo del surf no siempre se ve como un deporte masculinizado, como pueden ser otros, Garazi explica que "el papel de la mujer ha sido más el de estar en la playa y de posar en bikini que surfear. Se puede surfear en bikini como los chicos en bañador, pero hay una herencia que no se quita de la noche a la mañana. La buena noticia es que estamos en ello", resume esperanzada.

Garazi admite que quizás no es un deporte tan masculinizado, "pero tu cuerpo al surfear no se desarrolla igual y eso no se contempla en las referencias de las marcas de surf que cogen a modelos para hacer de surfistas. Aunque tenemos la suerte de que el surf es un mundo más joven que el del fútbol, así que la diferencia no es tan abismal", dice.

Y en Euskadi cree que incluso se ha avanzado más que en otros sitios de nuestro entorno. "Hay otras mujeres y hombres que ya han peleado por hacer ese hueco a las mujeres en el deporte. En El Salvador se empieza a ver a las primeras chicas en el agua cuando en cualquier playa de Bizkaia ya hay un montón. Cuando era pequeñita me costaba encontrar compañeras o amigas o referentes. Si buscaba en las revistas, de vez en cuando salía alguna, pero era difícil tener referentes. En El Salvador el hecho de que el año pasado se hiciera el preolímpico ha generado un poco ese cambio. Han podido ver referentes y se ha transmitido que es posible. Gracias a ello, este año hay más niñas en el agua", aplaude. "Deseo que las mujeres no tengan que cuestionarse nada por el hecho de serlo y que cosas que se empiezan a plantear ahora de conciliación no sean necesarias en el futuro".

2022-03-08T06:29:05+01:00
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