Cuando Rafa Nadal renunció a jugar la semifinal de Wimbledon ante Nick Kyrgios por una rotura en el abdominal, puso su foco en el US Open, donde defenderá título. Sin embargo, tuvo que variar sus planes. El balear renunció al Masters 1000 de Canadá ya que su lesión aún no estaba curada del todo y, a cambio, tomará parte esta semana en el Masters 1000 de Cincinnati, un torneo que solo ha ganado una vez, en 2013, y que no disputaba desde hace cinco años. La cita de Ohio no le encajaba por la extraordinaria rapidez de su superficie y porque obliga a encadenar demasiados esfuerzos exigentes.
Ahora, espera aprovecharla para coger ritmo de cara al último Grand Slam del año y, de momento, las sensaciones son buenas porque Nadal está haciendo dobles sesiones de preparación en Cincinnati y ayer se entrenó durante casi dos horas con Matteo Berrettini. “Mi prioridad es estar bien físicamente para poder jugar donde quiero jugar. No voy a hacerlo más que lo crea que es bueno para mi cuerpo”, comentó ayer Nadal, que además está a punto de ser padre por primera vez, algo que también va a reducir su calendario.
El problema en el abdominal se manifestaba, sobre todo, a la hora de sacar y parece que el balear vuelve a realizar ese gesto técnico con normalidad, aunque admitió que aún siente algo de dolor. Los partidos de esta semana, en la que se estrenará ante el croata Borna Coric, le darán una medida exacta de su estado físico en un momento de la temporada en el que está primando la irregularidad porque los jugadores ya empiezan a notar en la segunda gira estadounidense de superficie dura el peso de tantos partidos.
Rafa Nadal sabe que “no puedes jugar bien inmediatamente tras volver de una lesión y debes usar las herramientas que tengas para tratar de ganar ese partido”. En ese camino, podría encontrarse en semifinales con Carlos Alcaraz, que ha perdido el halo que le acompañaba desde que arrancó el año. Perder las finales de Umag y Hamburgo han hecho mella en la confianza del joven murciano, que tras caer en primera ronda en Montreal admitió que no había sabido manejar la presión. Muchos ojos apuntan ahora a Alcaraz, a quien los rivales también empiezan a conocer.
LA DUDA DE DJOKOVIC
De todas formas, Nadal va a lo suyo, ajeno a la oportunidad de recuperar el número 1 del mundo esta semana “porque no es un objetivo, sino algo que pasará si juego bien” y a la posibilidad de que Novak Djokovic pueda jugar el US Open. El serbio no ha podido jugar en Canadá ni estará presente en Cincinnati por no estar vacunado, pero el cambio de normativa en Estados Unidos le puede abrir una puerta que parecía cerrada hace unas semanas. A falta de concretar si afecta solo a ciudadanos y residentes, el de Belgrado tendrá que acelerar los trámites burocráticos porque su participación puede depender de la organización del torneo y sería extraño que el US Open se la negara.