Donostia – Rafa Nadal se apuntó a una faena de aliño en su regreso al US Open después de tres años para superar la primera ronda (4-6, 6-2, 6-3 y 6-3) ante Rinky Hijikata, el 194 del mundo, un jugador al que nunca se había enfrentado y del que tenía escasa información. El tenista de Manacor ha llegado a Nueva York con el deseo de progresar poco a poco y este era un partido que tenía que sacar adelante. “Sé que tengo que mejorar y que voy a mejorar”, declaró tras un duelo en el que cedió el set inicial, algo que nunca le había ocurrido en primera ronda de este Grand Slam. El australiano, que jugaba su cuarto partido como profesional, no salió con descaro y aprovechó lo que le costó a Nadal coger el ritmo para elevar sus esperanzas.
Sin embargo, cuando el balear subió las revoluciones y empezó a mover la bola de lado a lado, Hijikata se vio claramente superado, aunque resistió hasta la quinta bola de partido, que concluyó con la pista cerrada por la lluvia. “Cuando llegas a un Grand Slam tienes claro que partidos como este te tienen que ayudar a progresar”, apuntó Nadal, que en la segunda ronda se medirá al italiano Fabio Fognini, un jugador imprevisible, también veterano, y que en 2016 le levantó dos sets en contra a Nadal en la tercera ronda del US Open.
La jornada de ayer hizo brillar a Andy Murray, que se resiste a dejar de competir pese a que hace unos años se dio por retirado por sus problemas en la cadera. Pero el británico se mantiene en el circuito, con más o menos fortuna, y venció al estadounidense Emilio Nava, otro discípulo de Juan Carlos Ferrero, en cuatro sets y se metió en la tercera ronda del US Open por primera vez desde 2016. Su rival será el italiano Matteo Berrettini, un escollo enorme.
Por su parte, Pablo Carreño también está en la tercera ronda tras vencer a Alexander en cuatro sets. El duelo se le complicó al asturiano tras perder el primer parcial ante el heterodoxo kazajo, que apenas da ritmo de juego y deja golpes que no entran en el guion. Pero Carreño estuvo muy centrado y se llevó el partido en el tie-break del cuarto set. Ahora se enfrentará al australiano Alex de Minaur, un rival ya muy exigente.
Más sorpresas
Las sorpresas más grandes llegaron de nuevo en el cuadro femenino que vio caer a Emma Raducanu, la campeona del año pasado cuando llegó desde la fase previa. En primera ronda, le tocó Alize Cornet, un hueso muy duro que no dio opción a la británica que no ha acabado de digerir la presión de ser ganadora de un Grand Slam y ha firmado un año muy pobre, con mucha inestabilidad en su equipo de trabajo ya que ha cambiado cuatro veces de entrenador. “En realidad para ser una joven de 19 años, no he tenido un mal año. Estar entre las 100 primeras, si me lo dijeras hace un año, lo aceptaría. Pero creo que sería bueno, en cierto modo, comenzar de nuevo, un nuevo despertar”, reflexionó Raducanu.
Tampoco le ha ido mejor a Naomi Osaka, cuya derrota en primera ronda ya ha dejado de ser noticia. La japonesa, dos veces campeona en Nueva York, cedió en dos sets ante la corajuda Danielle Collins y volvió a dejar muestras de un cierto desinterés por el tenis. “Tengo un gran caos en mi cabeza”, reconoció. Además, ayer en segunda ronda cedió Maria Sakkari, tercera cabeza de serie, ante la china Wang Xiyu. La griega tampoco ha sabido manejar las expectativas que generó con su gran rendimiento del año pasado. l