El agua es mucho más que un recurso, es vida, es historia, es la esencia que moldea nuestros paisajes y tradiciones. Y es que en Euskal Herria, el agua ha sido testigo de miles de años de cultura. No solo ha nutrido bosques y campos, sino que ha dado sustento a generaciones de pescadores y ha sido la fuente principal de incontables aventuras. Con la intención de celebrar el Día Mundial del Agua este 22 de marzo, le rendimos homenaje recorriendo nuestros territorios a través de los deportes acuáticos más curiosos y emblemáticos.

Vista general del embalse Ullibarri-Gamboa.
Aguas tranquilas rodeadas de verdes paisajes
Nuestro viaje comienza en el embalse de Ullibarri-Gamboa, un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos. Aquí, nos aventuramos en actividades náuticas como kayak, piragüismo o el stand up paddle, lo que nos permite deslizarnos sobre las tranquilas aguas rodeadas de paisajes verdes. Si el viento está por la labor y nos lo permite, también tenemos la oportunidad de animarnos a probar el windsurf o vela, aprovechando una nueva opción para conocer a fondo este pantano. La sensación de libertad y conexión con la naturaleza es indescriptible, ya que nos recuerda la importancia de preservar estos entornos para las generaciones futuras.

Una persona haciendo windsurf en el pantano de Ullibarri Gamboa.
Una gran variedad de actividades pasadas por agua
Posteriormente, nos dirigimos a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, un enclave natural de gran belleza. En la zona de sus Marismas, nos encontramos con la posibilidad de descender en canoa o en kayak autovaciable. Tras acercarnos a su playa de Laida, en Mundaka, participamos en actividades como piragüismo, esquimotaje y surf, meciéndonos en las olas del Cantábrico y disfrutando de la biodiversidad que este entorno protegido ofrece.

Piragüistas en la playa de Laida.
Por otro lado, damos unos pasos, literalmente, hacia la localidad vecina de Bermeo, donde tenemos la espectacular oportunidad de zambullirnos en el agua del mar para nadar con tiburones en vivo y en directo. Aunque, si preferimos un plan más tranquilo y menos excéntrico, siempre podemos acercarnos a Bakio, donde nos espera el waveski (deporte en el que se usa una tabla diseñada para coger olas sentado acompañada de un remo).
No obstante y, si somos más de montar en bicicleta y es el cicloturismo lo que más nos llama la atención, también tenemos la oportunidad de adaptarlo. Una vez en Getxo, nos animamos a probar sus water bikes (bicicletas acuáticas) para continuar con nuestra pasión, pero de una forma un tanto diferente mientras pedaleamos a través de su puerto deportivo. Cabe mencionar que también podemos llevar a cabo esta actividad en la Ría de Bilbao.

Biciletas acuáticas en la ría de Bilbao.
Sortear rápidos con la fuerza de un equipo
Buscando emociones fuertes, nos desplazamos al valle de Esteríbar, concretamente al entorno del pantano de Eugi, en Navarra, para practicar rafting. Con la aprobación de sus bravas aguas, nos sumergimos en una aventura llena de adrenalina en la que es necesario trabajar en equipo para sortear los rápidos y sentir la fuerza del río. Esta actividad solo puede llevarse a cabo en un momento puntual del año, cuando el pantano suelta la cantidad de agua suficiente para poder realizarla. Sin duda, se trata de una oportunidad muy aprovechada por las cuadrillas de amigos y amigas, que no dudan en embarcarse en esta especial aventura.

Varias personas practican rafting durante el desembalse de las aguas del pantano de Eugi.
El hogar del deporte rey
Para culminar nuestra travesía, nos dirigimos a la playa de Zarautz en Gipuzkoa, conocida por sus excelentes condiciones para practicar el deporte marítimo rey en todos sus niveles, el surf. Desafiando a las olas del Cantábrico, sentimos la energía del mar y la conexión profunda con el entorno. En este deporte, aprendemos desde paciencia hasta equilibro y respeto por la naturaleza, unos valores esenciales en la relación estrecha ente el ser humano y el propio agua.
Al igual que en otros territorios, en el guipuzcoano también podemos llevar a cabo actividades acuáticas como rutas en barco por el Flysch, visitas guiadas, alquiler de kayaks, stand up paddel y traineras para grupos de la mano de Begi Bistan. Aunque si nuestra intención es relajarnos y disfrutar de unas buenas vistas, nos subimos a un navío y nos embarcamos en un paseo en barco hasta la Isla de Santa Clara para dar por finalizado un viaje redondo.