El lunes, ya bien entrada la madrugada, terminó la emisión de la segunda edición de Bake Off: Famosos al Horno, emitida por La 1 de Televisión Española y que presenta Paula Vázquez. Lo hizo con el actor y pianista Mario Marzo coronado como ganador del talent show de famosos cocinadores de postres, por delante de Nagore Robles y Lidia Torrent, tras la eliminación previa en la final de Pol Espargaró. Marzo relevaba así como vencedor a Ana Boyer.
El testimonio de Nagore
Fue una final muy emotiva en la que Nagore se soltó con un desgarrador testimonio en el que recordó algo que sucedió durante su infancia. En la prueba definitiva, la que debía decidir el ganador, los tres finalistas tenían que preparar tres tartas, y cada una debía hacer referencia a un momento que hubiera marcado sus vidas. Y ahí es cuando la vizcaína desveló algo que conmovió a sus compañeros, al jurado y al resto de participantes ya eliminados del programa, que se reunieron para conocer al vencedor.
Sucedió cuando la exconcursante de Gran Hermano presentó uno de los postres y explicó con qué momento de su vida lo relacionaba: “En esta tarta yo había dibujado una ventana y una cigüeña, y os voy a contar por qué había una ventana en esa tarta. Yo vivía en un cuarto, tenía una profesora que era vecina y que era una mujer extraordinaria. Cuando en mi casa las cosas se ponían complicadas, utilizábamos como señal el interruptor de la luz. Entonces ella me hacía señales para que yo fuera a su casa a cobijarme”, comenzaba Nagore.
“Yo a mis padres les decía: ‘Voy a casa de mi profesora’. Claro, ellos pensaban que yo iba a estudiar y entonces me dejaban, pero yo iba a buscar un abrazo, a buscar consuelo…”, proseguía, ya sin poder evitar que asomaran las lágrimas, tanto en sus ojos como en los de sus compañeros y en los del jurado. “Fue una persona muy importante en mi vida, se llamaba Ana y la recordaré siempre como uno de mis ángeles”, añadía.
Se equivocó la cigüeña
Además, explicaba el simbolismo de esa cigüeña. “Es porque yo siempre digo que la cigüeña me dejó en una puerta equivocada. Lo decía en mi infancia. El bizcocho es marmolado, que es una mezcla de vainilla y chocolate, precisamente porque en mi infancia hubo muchas luces y muchas sombras. Y esa es la explicación”, terminó con la voz entrecortada de la emoción y entre los aplausos de los presentes.