Si algo trajo la pandemia fue un cambio en la forma en la que percibimos nuestros hogares. Antes eran concebidos, en algunos casos y momentos, casi como lugares de paso. Espacios donde comer y dormir, ya que el ajetreo diario no dejaba tiempo para mucho más. Con el confinamiento, sin embargo, esto cambió y aprendimos a darles más importancia y valor. Ha podido comprobarlo de primera mano Natalia Zubizarreta, interiorista o "arquitecta de interiores", como ella misma se define, que hoy ha estado en Onda Vasca con Txema Gutiérrez para darnos unas claves con las que armonizar nuestras viviendas: "Ahora el hogar es un templo, un espacio que compartir. Se ha revalorizado la impresión que tenemos sobre las casas. Son lugares donde conectar, donde parar y donde me siento seguro".
La vivienda debe ser entendida como un todo, con sus distintas estancias en armonía. Para eso, explica Zubizarreta, hace falta 'coser' los espacios: "Es como una melodía. Si yo te hago una parte de la canción, pero la otra chirría con el resto, no va a funcionar. Nosotros siempre pensamos en una intervención integral. Puede ser más o menos fuerte en algunas zonas, pero hay que coserlo para que, allá donde estemos, haya paz".