Natxo González no lleva aún 15 días en Amorebieta y ya ha supuesto todo el necesario revulsivo para el equipo, que llegó a ocupar el farolillo rojo del primer grupo de la Primera RFEF y ahora queda a cuatro puntos de la permanencia. Y no solo por el fondo, con cuatro puntos capturados sobre seis posibles. También por las formas, si se tiene en cuenta el final del partido ayer en Urritxe ante el Barcelona Atlétic. Cuando todo parecía perdido y semanas atrás una situación similar habría supuesto una losa insalvable, en esta ocasión la ilimitada creencia en las propias posibilidades permitió tumbar contra todo pronóstico al filial balugrana.
Todo un bálsamo para la sufrida afición de la localidad zornotzarra y para un colectivo que necesitaban de buenas noticias como el comer y que por fin empiezan a aparecer por el vestuario con la llegada del míster gasteiztarra, que se ha pasado por los micrófonos de ONDA VASCA para dar cuenta de esta nueva muesca en su extensa carrera deportiva como técnico.
"Las emociones...cómo van en poco tiempo, de un extremo al otro. Gracias a que ha caído de nuestro lado", respira aliviado el nuevo míster del Amore tras los tres puntos ayer a mediodía cosechados. Tiene claro que su nuevo equipo quiere. "Está con una gran actitud y ganas de revertir la situación. Es lo primero que hay que exigir y luego es la realidad. Merecían un partido así y poder dormir tranquilamente".
"Estar limpios a nivel emocional, liberarse, vivir el día a día y disfrutar"
González también le ha comentado a José Manuel Monje en 'La Movida Deportiva' que donde más problemas ha detectado es "en el tema emocional y anímico. Si eso no funciona, olvídate de 4-4-2, 3-5-2 y otras historias. Hay que estar limpio a nivel emocional para mostrar la mejor versión. Liberarse, vivir el día a día y disfrutar".
El técnico del Amore confiesa que lo que más le gusta de su nuevo plantel es "ver la actitud del jugador y cómo va esa responsabilidad con los compañeros. Un equipo muy honrado, con mucho trabajo y muy buena actitud, es la base para cimentar algo". Además, revela que, para salir del socavón aprovechando lo mucho que queda de temporada, tanto como los dos últimos tercios, "el primer objetivo es a nivel defensivo no encajar tanto. Así es difícil sobrevivir. Hay que ser un bloque lo más consistente y fiable posible porque luego te vas a a soltar con más libertad en ataque".
"Adquieres la seguridad cuando ves que en defensa eres un equipo fuerte, todo va relacionado", dice González, que ya ha puesto toda su sabiduría técnica para que este Amorebieta acabe consiguiendo la salvación en este curso de regreso a la Primera Federación.
Preguntado por el margen de mejora de su grupo humano, para el nuevo preparador urdina "es difícil medir la capacidad del equipo. Se está adaptando a lo primero que exigimos y a partir de ahí dar pasitos. Me gustaría trabajar cinco mil cosas pero tengo que dar prioridades", además de que "toda esa actitud hay que ordenarla" en una categoría en la que, más que nunca, prevalece una extrema igualdad. "Lo importante es poder competir los partidos y ganarlos. De eso tratamos. Cuando estás en el partido continuamente, tienes posibilidades de sacar un resultado, pero es verdad que es muy competitiva y está todo muy igualado", concluye Natxo González.