Dieciséis años después de la restauración que le devolviera buena parte del esplendor que tuvo en su tiempo de máximo uso, la Fuente Vieja de Navaridas está entrando en una fase de revisión, ya que se trata de un importante reclamo turismo de la comarca y es muy poco conocido.
El alcalde, Miguel Ángel Fernández, quiere llevar a cabo una fase de mejora del entorno y su promoción como el importante valor turístico que es y para ello ha comenzado una fase de consulta con Leandro Sánchez Zufiaurre, de Qark Arqueología SL, empresa que está muy implicada en la puesta en valor de los recursos arqueológicos e históricos de esta localidad.
A comienzos del siglo XXI esta fuente no era más que un montón de escombros y barro y así se hubiera quedado si el trabajo de Victorino Palacios Mendoza y José Rodríguez Fernández, autores del libro Elementos Menores del Patrimonio Arquitectónico en la Cuadrilla de Rioja Alavesa (y los de otras comarcas) no hubiera despertado las conciencias de los responsables políticos de aquel momento. A esa petición se unió un sacerdote, Txarli Martínez de Bujanda, que fue quien propuso a la Cuadrilla que el monumento se podía restaurar con el trabajo de presos voluntarios de Nanclares de la Oca.
La propuesta fue también aceptada por Instituciones Penitenciarias como un elemento de reeducación y reinserción de los reclusos de Nanclares. Y, de hecho, como aseguraba el capellán al terminar la restauración, apenas se han producido problemas. Y con los vecinos de Navaridas y de otros lugares donde han ido a trabajar, la impresión que han dejado entre ellos ha sido muy buena. Según contaba el sacerdote, todo el grupo salió de la cárcel para realizar este trabajo con la alegría de poder abandonar durante unas horas el recinto penitenciario, pero con poco entusiasmo por la labor.
Al final, la experiencia resultó tan gratificante para todos, que otros grupos de Nanclares han podido participar en otros trabajos en la Sierra de Cantabria y en el denominado Balcón de La Rioja, así como en la recuperación de los olivos milenarios de Moreda de Álava.
Además, el sacerdote también los llevó a recorrer el camino de Santiago, marcha que realizan, asimismo, sin vigilancia e incluso con la incorporación al grupo –de manera voluntaria– de algún funcionario de la prisión.
Tarea titánica
El abandono de la fuente durante décadas hizo necesario que los primeros trabajos a realizar fuesen los de desbroce y limpieza del conjunto, que permitieron realizar en ese mismo momento el estudio histórico-arqueológico y descubrir algunos de los elementos de la construcción.
Tras el desbroce de la masa vegetal que invadía la fuente, la tarea más dura fue la de extraer el agua y el barro acumulados en el aljibe, plazoleta y canal de desagüe hacia el río, con zonas de hasta medio metro de altura de sedimento. El problema que tuvo el grupo de Nanclares fue que no pudieron utilizar ninguna maquinaria pesada, por los daños que se podían provocar a la estructura, con lo que todo el trabajo se llevó a cabo a mano o con aperos ligeros. Una vez finalizada esta fase comenzó la rehabilitación de la zona y finalmente se llevó a cabo la señalización del mismo.
De modo que este elemento puede incluirse en las rutas turísticas que transcurren por el término municipal de Navaridas.
Su rehabilitación, en los años 2005 a 2007, supuso una inversión de 59.260,07 euros, para los que la Cuadrilla de Rioja Alavesa recibió una subvención de la Diputación Foral de Alava de 31.890, 41 euros y una aportación de Gobierno Vasco de 23.025,26 euros.