Navarra vive un año de intensa legionelosis –la enfermedad que se desarrolla en forma de neumonía causada por la bacteria legionela, que se contagia a través de sistemas de refrigeración y agua caliente– y hasta el momento ha detectado hasta 32 casos en lo que va de año, según informa Teresa Ferrer Gimeno, jefa de Sanidad Ambiental del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), que recuerda que normalmente son 35 o 40 casos al año los que se observan.
Ferrer expuso las claves de esta enfermedad a este medio a raíz del brote detectado en una comunidad de vecinos de Zizur. El primer caso se encontró a mediados de agosto y, a finales de mes, volvió a aparecer otro caso positivo en los que se contempló que podía haber asociación entre los casos debido a que se trataba de una comunidad de 280 viviendas que compartían una misma instalación de agua caliente sanitaria.
Diez días de incubación de la enfermedad
Al ocurrir más de un caso, Salud Pública entiende que se trata ya de un brote de legionela, lo que obliga a una intervención más en profundidad (el administrador ha contratado a una empresa para el tratamiento y desinfección del sistema.
En principio, una vez que se ha llevado a cabo dicha actuación, el riesgo de que una persona pueda contraer legionelosis apenas existe, pero Ferrer expone que es una bacteria que puede tener un efecto retardo a la hora de manifestarse con síntomas. “Son hasta diez días el periodo de incubación de la enfermedad, por lo que todavía por fechas podría detectarse algún caso más (la bacteria se detecta tras una prueba de orina en el hospital), aunque esperemos que no sea así”.