El Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), con sede en San Adrián, lidera el Spain Food Valley –conocido anteriormente como el Ebro Food Valley–, un proyecto para potenciar el sector agroalimentario con una inversión de unos 620 millones de euros, en el que participan 58 empresas de 16 comunidades autónomas.
Esta iniciativa pretende optar a los fondos europeos del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de la cadena alimentaria, que ha aprobado en la mañana del martes el Consejo de Ministros.
"LA COMUNIDAD FORAL MUESTRA SU CAPACIDAD Y EFECTO TRACTOR"
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha puesto en valor el Spain Food Valley (2022-2026), "que lleva meses trabajándose para optar a esta convocatoria".
Además, ha reiterado que "es una demostración del liderazgo y de la capacidad de la Comunidad, y de su efecto tractor" porque persigue impulsar la competitividad, sostenibilidad y trazabilidad y seguridad alimentaria de esta actividad mediante la transformación digital, verde y cohesión social.
TODAVÍA ES UNA MANIFESTACIÓN DE INTERÉS
El Spain Food Valley todavía se considera una manifestación de interés, que ahora deberá concretarse para optar a las ayudas que se adjudicarán por concurrencia competitiva.
El director general del CNTA, Héctor Barbarin, ha recordado que ahora "es un momento clave porque aquellas empresas y entidades que quisieron unirse a este proyecto, deben comprometer su participación de manera definitiva".
En una jornada celebrada en noviembre, Barbarin expuso que este plan iba a movilizar 620 millones (531 millones de las empresas y 89 millones del hub –compuesto por entidades como el CNTA y Gobierno foral que actúan como una plataforma de conexión y colaboración para transferir conocimiento–). "Hasta que la convocatoria no esté redactada, desconocemos qué porcentaje de ese desembolso puede proceder del PERTE", ha señalado. Esta iniciativa, con presencia en 16 comunidades, generaría unos 1.600 puestos de trabajo y unos ingresos de unos 2.200 millones.
16.000 PUESTOS DE TRABAJO EN ESPAÑA
El Consejo de Ministros ha aprobado el PERTE, con unos mil millones hasta 2023, y con el que se prevé generar un impacto de partida en la economía de unos 3.000 millones, y la creación neta de hasta 16.000 empleos –entre los que se encuentran los de Spain Food Valley–.
A esta cantidad se añade los efectos positivos sobre el conjunto de la economía derivados de constituir nuevos modelos y oportunidades de negocio, las nuevas oportunidades laborales generadas por las actuaciones ligadas al PERTE y los ahorros en el tejido productivo, las economías domésticas y los presupuestos públicos.
El PERTE, que cuenta con medidas gestionadas por los ministerios de Agricultura; de Industria, Comercio y Turismo; de Asuntos Económicos y Transformación Digital; y de Ciencia e Innovación, propiciará la transformación de la cadena agroalimentaria e impulsará la modernización y digitalización del sector, su crecimiento económico y la cohesión territorial.
EL 96% SON PYMES
El sector agroalimentario contribuye con casi un 10% al PIB nacional y un 96% de las más de 30.500 empresas son pymes. El PERTE beneficiará a empresas y autónomos del sector agroalimentario y las sinergias mejorarán la competitividad, la sostenibilidad y la trazabilidad y seguridad del sector agroalimentario.
Además, dada la importancia del sector agroalimentario en el medio rural, se incorpora la contribución al reto demográfico como objetivo transversal. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Luis Planas ha resaltado que los mil millones van destinados a una actividad "estratégica" para España y se ha felicitado porque es "uno de los grandes pilares" junto a la PAC, la ley de la cadena alimentaria, el regadío sostenible y los seguros agrarios.
Barbarin prevé que la convocatoria de ayudas esté resuelta para finales de 2022.