Navarra no ha alcanzado algunos de los principales objetivos previstos para 2020 en los indicadores de su anterior plan estratégico S3 –actualizado en 2016– para el cambio de modelo económico con el horizonte de 2030.
Entre esos marcadores se encuentra el PIB per cápita, el gasto en I+D+i o el informe PISA sobre educación que evalúa el rendimiento de los estudiantes en matemáticas, ciencia y lectura. Estos tres han empeorado respecto a la cifra de partida en 2016. El PIB por habitante, tomando como referencia el porcentaje sobre la media de la UE de los 27, ha disminuido del 113% al 111%; la inversión en I+D+i sobre el PIB foral ha descendido del 1,82% al 1,79%; y los puntos PISA han bajado de los 500 en el último informe. Así Navarra continúa con el mismo porcentaje de abandono educativo (10,8%) cuando se propuso reducirlo al 10% en 2020. A pesar de estos datos, actualmente Navarra se posiciona como la tercera comunidad en España con mayor PIB per cápita, con 29.314 euros, detrás de Madrid y la CAV; y lo mismo ocurre con el gasto por habitante en I+D+i al ocupar un puesto semejante, con 540,9 euros, quedando solo por delante también Madrid y la CAV.
2020 resultó un año atípico por la pandemia donde los datos macroeconómicos se derrumbaron y registraron cifras desconocidas en la historia reciente. A pesar de tener en cuenta este contexto, el PIB per cápita foral de 111% hace referencia al año 2019, último informe disponible. En ese ejercicio, la Comunidad Foral contabilizó un PIB por habitante de 32.030 euros. En cuanto al desembolso en I+D+i, Navarra ha perdido en la última década el ritmo europeo de innovación. Lejos está de ese 2,13% obtenido en 2009, y que estableció un récord todavía no superado. La Comunidad Foral no se ha recuperado del golpe sufrido en la anterior crisis de 2007. Sigue con la calificación moderada del índice de innovación europeo del Scoreboard sin escalar al Strong.
Avanzar sin llegar a la meta
Otros índices de la S3 han mejorado respecto a su punto de partida en 2016 pero sin lograr el objetivo propuesto, como ha ocurrido en banda ancha ultrarrápida; en reducción de emisiones; y en eficiencia energética que se ha quedado en 1.765.932 toneladas equivalentes a petróleo (teps) en 2020 cuando la meta eran las 1.700.000 toneladas. Lo mismo ha sucedido con el tamaño de empresas de más de 50 empleados al sumar 456 en 2020 cuando se fijaron 500, siendo el punto de partido de 403; o en el gasto público en I+D+i, que pasó del 1,43% inicial al 1,45% en 2020, pero sin llegar al 1,8%.
Además, Navarra prácticamente ha cumplido con los índices de distribución igualitaria de la riqueza (con un 29,6%, aunque el objetivo era un 30%) y con la tasa de riesgo de pobreza (con un 7,7% de la población, aunque se fijó un 7% para 2020).
En cambio, otros ámbitos han alcanzado la meta propuesta, incluso por encima de las exigencias. Han aumentado los titulados superiores –con un 47,1% de la población de entre 25 y 64 años, cuando el reto era el 45% para 2020–; han incrementado los egresados de FP –un 86%–; y las exportaciones registraron un volumen de 10.205 millones de euros en 2019 cuando el desafío consistía en sumar 9.500 millones en 2020. La Comunidad Foral obtuvo este resultado un año antes de lo pronosticado, un comportamiento que muestra el impulso de la internacionalización en el tejido productivo.
También ha conseguido reducir la tasa de desempleo de larga duración de las personas que llevan más de dos años en la búsqueda de trabajo: al pasar del 5,1% al 2,3%. Y el índice de productividad laboral, que mide la eficiencia del trabajo en euros por empleado, superó un año antes el objetivo de 68.000 euros en 2020, al constatar casi 69.000 euros en 2019.
¿Qué es la s3?
La Estrategia de Especialización Inteligente (S3), impulsada por la UE para potenciar la innovación y la competitividad de sus regiones, implica concentrar los recursos en las áreas económicas en las que cada territorio europeo sobresale. Navarra apostó por seis sectores que han evolucionado en sus denominaciones desde 2016.
Hace seis años, la S3 reafirmó el impulso de la automoción y mecatrónica; la cadena alimentaria; las energías renovables y recursos; la salud; el turismo integral; y la industria creativa. En cambio ahora, la Comunidad Foral habla de movilidad eléctrica y conectada; de alimentación saludable y sostenible; de industria de la energía verde; de medicina personalizada; de turismo sostenible; y de industria audiovisual.
La prosperidad y calidad de vida
El desarrollo de estas actividades está ligado a la progresión de una serie de indicadores que son transversales a todas ellas, como la educación y la formación; la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i); el esfuerzo inversor de la Administración; la eficiencia energética o la internacionalización. De esta forma, todo ello contribuye a mejorar la prosperidad de Navarra y la calidad de vida de sus habitantes, que se mide por medio de otros marcadores como el PIB per cápita, la tasa de pobreza, la tasa de paro y la distribución de la riqueza.
Ya en 2016, Navarra plasmó en un documento los 26 indicadores que quería mejorar para avanzar hacia ese modelo económico compatible con las regiones competitivas e innovadoras que demanda la UE en su objetivo de una Europa fuerte ante un mercado global, con rivales de gran potencial como China, India o EEUU.
En este contexto, la pandemia del coronavirus aceleró la estrategia que ya había iniciado la UE hacia un continente verde y digitalizado. Los 27 aprobaron los fondos Next Generation, imprescindibles para afrontar la transición ecológica y digital de sus regiones, entre ellas Navarra.
Actualización
Por ese motivo, la Comunidad Foral actualizó la S3 y el pasado diciembre presentó la renovada Estrategia de Especialización Inteligente, que incluyó la palabra Sostenible en su denominación, para convertirse en la S4, con 28 indicadores. Mantiene 15 del anterior cuadro de mando e introduce 13 nuevos. Los marcadores novedosos reflejan las prioridades de la Comunidad en internacionalización, transición ecológica y digital y en la importancia del talento para retener conocimiento y para captar nuevo.
Navarra va a esforzarse en mejorar el número de exportadores regulares y empresas exportadoras y las exportaciones que se hacen fuera de Europa; va a trabajar para reducir los residuos industriales y el consumo de energía final sobre el PIB; va a potenciar la digitalización de la Administración y de las empresas e incrementar el número de personas con habilidades en este ámbito; y va a vigilar la tasa de actividad emprendedora, y la formación continua de las personas entre 25 y 64 años.
Además, también ha puesto en valor el índice Regional Competitiveness Index para perfeccionar la competitividad de Navarra respecto a otras regiones europeas; y muestra su preocupación por la tasa de paro y de Nini's, aquellas personas de entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan.