Navarra ha reciclado este año 121 mil kilos de medicamentos, lo que sitúa a la Comunidad Foral a la cabeza del Estado en recogida y reciclaje de residuo farmacológico. Así lo ha comunicado hoy la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, en un acto celebrado con motivo de los 20 años de la implantación de los Puntos SIGRE -contenedores para reciclar los envases y los restos de medicamentos de origen domiciliario en las farmacias- en Navarra.
Gómez, que ha comparecido junto al subdirector de Farmacia y Prestaciones del SNS-O, Antonio López, y el subdirector general de SIGRE, Miguel Vega, ha destacado que “Navarra es una región comprometida con el reciclaje, en este caso con el reciclaje de medicamentos. La Comunidad Foral se sitúa a la cabeza del Estado en esta cuestión que es de vital importancia para reducir la contaminación al medio ambiente.” Del mismo modo, la consejera ha recordado a la ciudadanía que las farmacias son el único punto donde se puede reciclar este residuo. “Ahora que se cumplen 20 años de la implantación de los Puntos SIGRE en las farmacias, este dato es un buen revulsivo para seguir reciclando, tomar conciencia de su importancia y recordar que las farmacias son el único punto donde se puede depositar este tipo de residuo.”
Según ha explicado el subdirector de Farmacia y Prestaciones del SNS-O, Antonio López, “todos los meses se dispensan más de 1 millón de recetas de medicamentos. Medicamentos que están compuestas de cartón, aluminio, plástico, vidrio, etc. que hay que gestionar, pero sobre todo sustancias químicas de síntesis que pueden ser nocivas para las personas y medioambiente. De tal forma que al año la cantidad de residuos potencialmente nocivos para el medioambiente que genera nuestra sociedad es ingente.”
Por su parte, el subdirector general de SIGRE, Miguel Vega, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía, “solo podremos cerrar adecuadamente el ciclo de vida de los medicamentos si la sociedad es consciente de la importancia de reciclar los medicamentos para cuidar de nuestra salud y del medioambiente”.
En el primer semestre de 2022, la ciudadanía navarra depositó en los Puntos SIGRE un 6% más de envases vacíos o con restos de medicamentos respecto al mismo periodo del año anterior. El último estudio de opinión elaborado para SIGRE muestra que el 91% de la población considera perjudicial para el medio ambiente tirar los medicamentos a la basura o por el desagüe y el 97% es consciente de que el cuidado del medioambiente y el de la salud están estrechamente relacionados.
Cabe subrayar, además, que el 86% de los hogares de Navarra recicla medicamentos a través del Punto SIGRE. Por otra parte, entre los distintos colectivos, destaca la colaboración de las personas mayores de 55 años y de los enfermos crónicos.
El 100% de los medicamentos recogidos se recicla
De los 121.000 kgs. recogidos, se recicla prácticamente el 100%. Un 83% se recicla, el 17% se valoriza energéticamente y solamente un 0,05% se elimina mediante incineración.
Se han recuperado 46.000 kgs. de materiales de envases como papel, cartón, plásticos, metales y vidrio que vuelven al ciclo productivo evitando el consumo de nuevas materias primas, el ahorro de agua y energía y la reducción de emisiones de efecto invernadero. Asimismo, se ha evitado que cerca de 39.000 kgs. de medicamentos se hayan vertido a la red de saneamiento o depositado en los contenedores de recogida selectiva de residuo.
Los fármacos en los hogares llegan al agua a través de los desagües domésticos, lavabo o váter y, dado que en las estaciones de depuración de las aguas residuales no se degradan completamente, quedan presentes en las aguas vertidas a los cauces fluviales causando efectos crónicos sobre los organismos acuáticos que, a su vez, pueden llegar al ser humano a través de la ingesta de alimentos afectados.
Del mismo modo, los fármacos pueden llegar a los lodos de depuración que, una vez tratados, se utilizan directamente o transformados en compost como abono para uso agrícola o jardinería.
Si los medicamentos terminan en los contenedores de residuos, también tienen un efecto adverso en el medio ambiente. Tanto en el orgánico que transforma su residuo en lodo o compost, para usos agrícolas, dándose una acumulación de sustancias indeseables en el suelo; como en el amarillo de envases, si se recuperan para uso alimentario.