El culebrón con el relevo de Joxe Abaurrea en el Ayuntamiento de Pamplona continúa. Finalmente será el miércoles, y no el jueves como estaba previsto en un principio, cuando se dé el visto bueno a las credenciales de la nueva representante del grupo municipal de EH Bildu Garbiñe Bueno Zabalza, que llegaron la semana pasada.
El asunto ha adquirido una trascendencia decisiva al conocerse que Navarra Suma tenía la intención, reconocida por el propio alcalde Enrique Maya, de utilizar la ausencia de Abaurrea para aprobar los Presupuestos de 2022 aprovechando el voto de calidad del alcalde.
En un hipotético empate a 13 votos entre los representantes de Navarra Suma y las formaciones de la oposición (Bildu, PSN y Geroa Bai), el alcalde decantaría una votación, que en circunstancias normales, con los 27 ediles presentes en el Pleno, habría perdido una vez conocido que los socialistas no reeditarán el pacto del año pasado.
La celeridad de la Junta Electoral Central en tramitar las credenciales de Bueno Zabalza antes de la celebración del Pleno del 30 de diciembre ha frustrado la maniobra y el Pleno volverá a contar con la representación que dejaron las urnas en las elecciones municipales de 2019.
La toma de posesión de la nueva edil de Bildu se hará efectiva en la sesión extraordinaria del jueves, aunque en la Comisión de Presidencia convocada el miércoles a las 9.30 horas se dará la autorización.
En la misma sesión se procederá a su designación como representante municipal en la asamblea de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y a la tramitación del proyecto presupuestario antes de que se someta a votación este jueves.
El nombramiento de Garbiñe Bueno Zabalza supondrá el adiós de Joxe Abaurrea, un histórico militante de la izquierda abertzale que la pasada legislatura fue mano derecha del alcalde Asiron en el primer gobierno municipal nacionalista de la democracia en Pamplona, ocupando el cargo de concejal delegado de Urbanismo y Vivienda.
Su dimisión se produjo el pasado 10 de diciembre tras alcanzar un acuerdo judicial en el sumario abierto por los incidentes en la Casa Consistorial durante el Chupinazo de 2019.
El Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona le condenó a 6 meses prisión por un delito de atentado contra agentes de la autoridad.
La sentencia se dictó de conformidad entre las partes, con la atenuante de reparación del daño ya que antes de la celebración del juicio el ya exconcejal había consignado la cantidad de 1.884 euros para futuros pagos relacionados con la causa.
Los hechos se remontan al 6 de julio de 2019, cuando el concejal de EH Bildu trató de exhibir una pequeña ikurriña en un balcón de la Casa Consistorial, lo que motivó un forcejeó con policías municipales en el que se vio implicada la concejal de Navarra Suma Carmen Alba, que trató de impedir la exhibición de la bandera.