Si el 2 de febrero ya se generó un considerable malestar entre el vecindario del Casco Viejo por los actos organizados con motivo de la escalerica de San Fermín, con una kalejira musical y conciertos en varias plazas desde las 19 hasta las 22 horas, no le ha ido mucho mejor al Ayuntamiento de Pamplona a la hora de abordar la organización del tercer peldaño sanferminero.
Así se desprende del lío montado estos días en la Rochapea, después de recibir una comunicación del área de Comercio y Turismo del Ayuntamiento informando a la asociación de comerciantes La Rotxa del interés en celebrar los actos del 3 de marzo en el barrio.
El aviso se recibió el 8 de febrero y se les dio un plazo de dos días para que contestaran por si fuera necesario plantear la propuesta en otro barrio en el caso de que no fuera aceptada.
Tras reunirse la junta de la asociación la Rotxa se dio el visto bueno a la iniciativa municipal y se iniciaron los contactos para concretar el programa con propuestas que se pudieran plantear.
Según informó el equipo de Gobierno, la idea era montar en el boulevard del paseo Anelier un escenario para un concierto del grupo Goxuan Salsa, que utiliza la salsa y el euskera en sus canciones.
Desde la asociación, tras comentar la iniciativa con los comerciantes y hosteleros de la zona, se ofreció al Ayuntamiento organizar algunas actividades y habilitar una barra, propuesta que fue bien recibida por los técnicos del área de Turismo.
Únicamente faltaban por tramitar los permisos pertinentes, lo que en un principio no parecía complicado dado que tenía el visto bueno de Turismo, pero resulta que no fue así.
Hace unos días el área de Seguridad Ciudadana denegó la licencia para instalar la citada barra con el argumento de que se había tramitado fuera de plazo (15 días como máximo).
Sorpresa e incredulidad en el barrio
“Nos piden que movilicemos a la hostelería de la plaza y que preparemos algo especial para ese día. Lo hacemos, nos dicen que les parece fenomenal y luego no nos dan el permiso, es difícil de entender” ha explicado este miércoles Fermín Damborena, presidente la asociación de comerciantes La Rotxa.
Los comerciantes del barrio lamentan “la falta de coordinación entre diferentes áreas del Ayuntamiento” ante una iniciativa de estas características: “Estamos encantados de que nos propongan actividades que dinamizan los barrios y las zonas comerciales y que de alguna manera, consiguen descongestionar el Casco Viejo, pero no entendemos como desde un mismo Ayuntamiento se nos piden, aprueban y deniegan las propuestas con 2 días de diferencia”.
Enfado en el Casco Viejo por la escalera del 2 de febrero
La decisión del equipo de Gobierno de trasladar la celebración de los actos de la escalera fuera del Casco Viejo tiene su origen en el enfado generado por los actos organizados el 2 de febrero.
La programación incluía bailes, DJ y varios escenarios móviles, llevaron los conciertos por las distintas calles del recorrido musical: calle Estafeta, Mercaderes, Plaza del Ayuntamiento, calle Nueva, plazuela del Consejo, San Antón, San Miguel, Plaza San Nicolás y calle San Nicolás, hasta terminar en la Plaza del Castillo.
La asociación ‘Convivir en lo Viejo’ emitió un comunicado de protesta en el que llamaba a una “resistencia activa” frente al modelo “decadente y trasnochado” del alcalde Maya para este barrio, que le invita a trasladar a otros puntos de la ciudad en lugar de que solo el Casco Viejo sea “merecedor de esta atención”.
En la misma línea, la iniciativa AZ Sare Komunitarioa, que agrupa a diversas personas y colectivos del barrio, denunció que el Casco Viejo y su vecindario “sufren desde hace años las consecuencias de un intenso proceso de privatización del espacio público y de deterioro del modelo de barrio, impulsado y sostenido por el Ayuntamiento” al apostar por hacer de éste un espacio “por y para los intereses económicos en el que, además, se impide y castiga la iniciativa vecinal”.