La DANA histórica que marcó el comienzo de septiembre, las tormentas y la granizada registradas en localidades de la Ribera este último fin de semana, las intensas precipitaciones que se produjeron en los pasados meses de mayo y junio... La Comunidad Foral vive un año atípico en lo meteorológico, que los expertos ya están analizando y catalogando. "Navarra va a registrar este año un nuevo récord de lluvias torrenciales. Nunca en este siglo, y desde que se tienen registros, había llovido con tanta intensidad tantas veces", afirma el delegado de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) para Navarra, Peio Oria, quien destaca que es una tendencia que parece ir a más y a la que las sociedades modernas deberán adaptarse.
Para alcanzar esa conclusión, la Aemet ha analizado los valores de precipitaciones registrados por veinte estaciones situadas en la parte mediterránea de Navarra, "la zona desde la línea divisoria que marca Belate, Beruete y Leitza hacia el sur", explica Oria, quien precisa que comprende la comarca de Pamplona, Zona Media, Tierra Estella, Sakana, la Ribera, Sangüesa y los valles pirenaicos. En ese sentido, desde que se tienen registros diezminutales, es decir, registros de lluvia cada diez minutos, "no habíamos sumado tanto periodos de precipitación torrencial como este año".
Diez litros en diez minutos
Para considerar que una lluvia es torrencial, deben precipitar más de 10 litros por metro cuadrado en un periodo de diez minutos. Al respecto, Oria subraya que "se están dando chubascos de muchas intensidad, es decir, mucha agua en poco tiempo". "En marzo y abril hablábamos de sequía y ahora el régimen de precipitaciones está alterado", añade el delegado de la Aemet para Navarra.
Oria explica que "nos llega mucha humedad desde el Mediterráneo por el valle del Ebro y empujada por el viento del sureste y también nos llega aire frío del Atlántico en capas altas, lo cual es un sinónimo de inestabilidad, de que pueden producirse tormentas".
Intensidad anómala
En este sentido, afirma que la DANA del 1 y 2 de septiembre "fue un fenómeno bastante atípico por la cantidad de agua y rayos, mientras que ha ocurrido este fin de semana es algo más habitual, porque se pueden producir tormentas en verano y a principios de otoño es normal que vuelvan a producirse". No obstante, añade que, "aunque es normal que haya tormentas, están siendo de una intensidad anómala".
En cuanto a las razones que se encuentran detrás de que Navarra esté viviendo un año con un nivel de lluvias torrenciales nunca antes visto este siglo, Oria destaca que "la temperatura es un factor importante, ya que cuanto más caliente está la atmósfera, más vapor de agua contiene y más agua puede precipitar".
Al respecto, añade que "hay indicios de que esto puede estar ligado a cambios en la atmósfera, porque se está viendo en más sitios, como por ejemplo en Grecia este mismo verano, con inundaciones devastadoras. Esto nos puede llevar a plantearnos que este régimen de mayores lluvias torrenciales va ir siendo dominante en el futuro".