Nerea Melgosa reclama el “máximo consenso” de los grupos para aprobar la Ley de Memoria

En su toma de posesión el pasado martes como consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa solicitó 100 horas de gracia en lugar de los habituales 100 días, como forma metafórica de expresar su compromiso por asumir las riendas del departamento a la mayor brevedad posible. Ayer domingo, apenas cinco días después, protagonizó su “primer acto público como nueva responsable de las políticas públicas de memoria”, lo que calificó como un “honor”.

En Berango, en pleno “corazón del Cinturón de Hierro”, Melgosa se refirió a uno de los puntales de la presente legislatura en Euskadi, la futura Ley de Memoria Histórica y Democrática, actualmente en fase de contraste con los grupos del Parlamento Vasco y para la que reclamó el mayor número de apoyos. “Tenemos la oportunidad única de reconocer a las víctimas de la guerra y la dictadura, de poner en valor la memoria histórica y elevarla a rango de ley”, aseguró.

En el tramo final de su intervención hizo por tanto una apelación al “máximo consenso porque estoy convencida de que todos los y las demócratas compartimos estos principios y valores”. La Ley de Memoria Histórica y Democrática tendrá como finalidad centralizar todas las políticas que se llevan a cabo en este ámbito en Euskadi, impulsarlas ampliando su alcance y hacer que convivan con la ley española de Memoria Democrática aprobada en el Congreso y el Senado.

Respecto a la norma vasca, el pasado 8 de febrero Elkarrekin Podemos-IU anunció que había llegado a un acuerdo para apoyarla, toda vez que el Gobierno vasco ha aceptado “la mayoría” de sus 60 enmiendas al texto que aprobó el Consejo de Gobierno en julio de 2021. Según los portavoces de la coalición de izquierda, sus aportaciones redundarán en una “reparación integral” de las víctimas y podrían abrir la puerta incluso a conceder indemnizaciones.

Mientras siguen las conversaciones con el resto de grupos, se antoja probable atraer al acuerdo a EH Bildu, e incluso que PP+C’s al menos no lo rechace, después de que esta formación se desmarcara claramente de Vox durante el debate, en junio del año pasado, de las enmiendas a la totalidad de la Ley de Memoria que presentaron ambos grupos.

Conjunto escultórico

Nerea Melgosa acudió a la inauguración del conjunto escultórico Agurra en Berango, con motivo del décimo aniversario del Museo Memorial del Cinturón de Hierro, en su primer acto público al frente del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales tras tomar el relevo de Beatriz Artolazabal, candidata del PNV a la Alcaldía de Gasteiz. Estuvo acompañada por la alcaldesa del municipio, María Isabel Landa, el director del Museo, Aitor Miñambres, y la directora del instituto Gogora, Aintzane Ezenarro.

El monumento, realizado por la Fundición Artística Jaizkibel, ha sido levantado en recuerdo y reconocimiento de las personas fallecidas durante 1936 y 1937, en la Guerra Civil, y que “defendieron los valores de la sociedad democrática”. En este marco, la consejera reivindicó la memoria histórica por ser, a su juicio, “una inversión en justicia, en valores éticos y democráticos, en convivencia y futuro”.

Melgosa recordó “especialmente a las mujeres que sufrieron la guerra y la represión, y las consecuencias de la postguerra”. En este sentido, subrayó que en el conflicto bélico “lucharon por la igualdad y contribuyeron sumándose al tejido productivo o construyendo el Cinturón de Hierro”. “Además de tener que padecer la muerte de sus familiares, muchas de ellas tuvieron que enfrentar una situación económica difícil, sin recursos, a cargo de sus hijos, y fueron víctimas de humillación y represión”, añadió. Recordó que también hubo “niños y niñas que perdieron su infancia o fueron separados de sus familias”.

La consejera felicitó además por su labor a las personas que durante estos 10 años han trabajado en el Museo del Cinturón de Hierro de Berango y al Ayuntamiento por su implicación en la recuperación de la memoria histórica. Tras descubrir la escultura, el director del Museo leyó los nombres de las personas fallecidas en la localidad por los bombardeos y en el frente de guerra. Después tuvo lugar una ofrenda floral con supervivientes del bombardeo de Gernika.