Más allá de esos paisajes que nos llevan por el camino de la nostalgia gracias a "Verano Azul", Nerja ofrece a sus visitantes un cóctel difícilmente rechazable. Además de un clima idílico y su gastronomía, con restaurantes de categoría y el tan apreciado tapeo, es un destino que combina playa y montaña sin tener que desplazarse.
El Balcón de Europa o la Cueva de Nerja, dos lugares paradisíacos, son solo el escaparate de un pueblo hospitalario y cercano, que recibe a sus visitantes con tranquilidad y paz, además de la calidez del sol del mediterráneo. En el marco de Fitur, nos no lo ha contado en Onda Vasca la concejala de turismo del Ayuntamiento de Nerja Ana María Muñoz.