El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reivindicó ayer ante el Congreso estadounidense que Estados Unidos e Israel deben estar “unidos” para ganar a quienes quieren “destruir la civilización”.
“Estados Unidos e Israel deben estar juntos, porque cuando estamos juntos lo que ocurre es que nosotros ganamos y ellos pierden”, declaró ovacionado en un discurso ante el Congreso de Estados Unidos.
El primer ministro israelí agradeció además el apoyo recibido de parte del presidente del país, Joe Biden, a quien calificó como un “sionista irlando-estadounidense”. “Él vino a Israel para estar con nosotros en nuestro peor momento”, dijo en referencia al viaje de Biden tras el ataque de Hamás del 7 de octubre.
Acto seguido, Netanyahu calificó a Biden como “un orgulloso sionista irlando-estadounidense”, en referencia al apoyo del mandatario hacia Israel y a sus raíces irlandesas. “El presidente Biden y yo nos conocemos desde hace más de 40 años. Quiero agradecerle el medio siglo de amistad con Israel y por ser, como él dice, un orgulloso sionista”, subrayó, agregando que su Gobierno sigue “comprometido” a traer a todos los rehenes a casa.
El primer ministro israelí afirmó que los miembros de Hamás, a los que tildó de “monstruos”, “violaron a mujeres, decapitaron a hombres, quemaron vivos a bebés”. “Arrastraron a 255 personas, tanto vivas como muertas, a las oscuras mazmorras de Gaza”, señaló.
Durante su discurso, el primer ministro israelí se refirió a Noa Argamani, presente en el Congreso y quien recibió una ovación de los congresistas por su valentía. La joven fue secuestrada el pasado 7 de octubre por la milicia palestina durante la celebración del festival de música electrónica Supernova.
Más de una docena de demócratas no acudieron al cuarto discurso de Netanyahu ante el Congreso estadounidense, incluyendo la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, que se reunió durante la jornada con los familiares de los rehenes.
Entre los que sí presenciaron sus palabras se encuentra el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York. “Aunque no estoy de acuerdo con muchas de las políticas de Bibi, asistiré al discurso porque la relación de Estados Unidos con Israel sigue siendo férrea”, agregó.
La visita del primer ministro israelí estuvo marcada por las protestas que congregaron a miles de personas en los alrededores del Capitolio estadounidense para evitar ese acto y realizar un “arresto civil” del mandatario por supuestos crímenes de guerra en Gaza. Al grito de “sois una vergüenza”, los manifestantes clamaron contra los congresistas que asistieron al discurso del primer ministro, quien está en Estados Unidos invitado por dirigentes del Congreso, el senador demócrata Chuck Schumer y el republicano Mike Johnson, líder de la Cámara de Representantes.
Algunas manifestantes del llamado Movimiento de Juventud Palestina aseguraron que consiguieron invadir pasillos y salones con un gran número de insectos (gusanos y grillos) en el hotel Watergate, donde se aloja Netanyahu y su equipo.
Además, dijeron que habían creado el caos en las instalaciones activando alarmas de incendio, aunque el Watergate se encuentra acordonado y bajo estrictas medidas de seguridad. Portando banderas de Palestina y pancartas, los manifestantes que rodean el capitolio acusaron a Estados Unidos de ser cómplice en la guerra de Gaza, que ya ha causado la muerte de cerca de 40.000 personas El Capitolio estadounidense quedó totalmente cercado por efectivos policiales y los manifestantes se ubicaron junto a un escenario que se ha instalado a unos metros, sobre el que colgaba una pancarta de “Palestina Libre”.
Con gritos de “genocida” y “criminal de guerra”, los miles de asistentes mostraron su rechazo a Netanyahu, que llegó a la capital estadounidense el lunes y que hoy tiene previsto reunirse con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris y candidata demócrata en la Casa Blanca.
El Post-it
Nuevas matanzas. Al menos 129 palestinos, la mayoría mujeres y niños, han muerto en la operación israelí lanzada, durante los últimos tres días, contra los barrios del este de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, según los últimos datos de la Defensa civil gazatí. La elevada cifra de muertos, así como la avalancha de heridos, que está dejando esta nueva ofensiva israelí contra la ciudad de Jan Yunis ha llevando al borde del colapso al hospital Naser, el más importante y el único que sigue operativo.