La pujanza de China en el sector de la automoción se está notando en Europa, con la llegada de numerosos vehículos de ese país, en su mayoría eléctricos, a precios tan competitivos que han provocado que se planteen nuevos aranceles ante las buenas ventas que están obteniendo.
Pero además de los coches también han llegado de China diferentes marcas de neumáticos que se han colado en un sector hasta ahora dominado por firmas europeas, norteamericanas, japonesas y surcoreanas. Y lo han hecho con el mismo atractivo: cuestan entre un 20 y un 50% menos que las cubiertas de marcas tan consolidadas como Michelin, Pirelli, Bridgestone, Firestone, Vredestein, Yokohama, Continental, Uniroyal, Dunlop, Goodyear, Hankook, Kleber o BFGoodrich.
La pregunta que surge automáticamente a muchos de los compradores de neumáticos es si esas gomas son de fiar, si se puede apostar por ellas o ese ahorro supone un riesgo, teniendo en cuenta que las ruedas son uno de los elementos más importantes en la seguridad de un vehículo.
Etiqueta Europea del Neumático
La respuesta es tranquilizadora, porque cualquier marca china que quiera vender sus neumáticos en la Unión Europea tiene que cumplir con los estándares de calidad y seguridad marcados por la Etiqueta Europea del Neumático. Esa etiqueta, regulada por la Comisión Europea, que fue introducida en 2012 y cuya revisión entró en vigor el 1 de mayo de 2021, otorga seguridad y confianza al consumidor.
La etiqueta proporciona una información relevante sobre tres aspectos importantes del neumático a través de pictogramas:
- El agarre en mojado: cómo se comportará en condiciones de carretera mojada, con un rendimiento calificado de clase A (la mejor, que supone distancias de frenado cortas) a E. Vital para la seguridad.
- La eficiencia de combustible: dependiendo de la resistencia a la rodadura del neumático, su eficiencia de combustible variará desde la clase A (la mejor economía de combustible) hasta la clase E, algo importante para la economía y la ecología.
- El nivel de ruido: el ruido de rodadura externo generado por el neumático, medido en decibelios. Varía de la A (menos ruido) a la C, cuyo nivel de ruido ya no está permitido.
Junto a estos tres parámetros, también puede haber pictogramas que nos informen sobre el rendimiento de los neumáticos en condiciones de nieve severa y el agarre en condiciones de hielo.
La durabilidad es clave
Si bien la seguridad con los neumáticos chinos está garantizada, la durabilidad en algunos casos puede ser inferior a la de las grandes marcas. En 2002, cuando aún no se había producido la llegada masiva de gomas del país oriental, en el ranking de 20 marcas ordenadas por su durabilidad que estableció la OCU sólo había una firma china, Kumho, situada en el puesto 18, con una vida útil media de 34.701 kilómetros, muy lejos (10.000 menos) de los 44.634 de la líder, Yokohama, o de los 44.187 de la segunda, Michelin. Vredestein completaba el podio con 42.973 kilómetros de media.
Menores costes
¿Y cuál es el secreto para su menor precio? Principalmente la reducción de los costes. Se calcula que en China producir un neumático cuesta entre 45 y 85 euros, mientras que en Europa, Norteamérica, Corea del Sur y Japón oscila entre 100 y 120 euros, en lo que también influye la tecnología, más o menos avanzada, empleada para su fabricación.
Acuerdo con Volkswagen
La prueba de que los neumáticos chinos ofrecen garantías es que un gigante europeo como Volkswagen ha llegado a un acuerdo con el fabricante Giti Tire para que el modelo ID. Buzz lleve sus gomas, con lo que se convierte en el primer vehículo eléctrico producido en la Unión Europea calzado de fábrica con neumáticos chinos. Esa marca se hace así un hueco en el Viejo Continente junto a otras del país oriental como Goodride, Tracmax, Lanvigator, Sailun, Triangle, Linglong, Westlake, Fullrun, Haida, o Aeolus, varias de ellas con más de medio siglo de vida.