El invierno nos regala verduras arropadas en coloridas capas: alcachofas, repollos, lombardas y coles de Bruselas, que destacan por su verde intenso y su versatilidad, convirtiéndose en un imprescindible para quienes buscan sabor y salud.
Con solo 51 calorías por ración de 100 g, las coles de Bruselas ofrecen un festín nutritivo: aportan fibra, vitaminas A, C, varias del grupo B, E y K, junto con minerales como calcio, hierro y potasio, convirtiéndolas en un tesoro para la salud.
Son una de las verduras con más antioxidantes y una auténtica explosión de nutrientes como fibra y vitamina C y K.
Se pueden consumir asadas, salteadas con ajo y panceta crujiente o incluso con un toque asiático al wok, con salsa de soja y sésamo. Son preparaciones que pueden ayudar a redescubrir su sabor e incorporarlas a la dieta. Ahora, además están en su mejor momento, y si se puede elegir, escoge los cogollos bien cerrados, duros y verdes.
Sus propiedades
Los antioxidantes
Al consumirse en una cantidad de 300 g diarios, han demostrado reducir hasta un 28% el daño oxidativo. Este impacto positivo contribuye a disminuir el riesgo de enfermedades crónicas, especialmente aquellas relacionadas con la inflamación.
Anticancerígenos
Aunque no existe un alimento milagroso contra el cáncer, las coles de Bruselas contienen glucosinolatos, compuestos anticancerígenos que favorecen la desintoxicación y eliminación de agentes dañinos en el organismo.
Para el corazón
El kaempferol, un compuesto presente en abundancia en las coles de Bruselas, ha sido asociado con beneficios para la salud cardíaca. Aumentar la ingesta de verduras, especialmente las de la familia Brassica, puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según distintos estudios.
Salud intestinal
La riqueza en azufre de las verduras del género Brassica, como las coles de Bruselas, favorece la salud intestinal. Este componente estimula la producción de glutatión, un antioxidante crucial para mantener la integridad del revestimiento intestinal y favorecer la reparación.
Algunas precauciones
Aunque para la mayoría son una opción saludable, quienes padecen problemas tiroideos deben moderar su consumo debido a la interferencia de estos vegetales con la absorción de yodo necesario para la producción de hormonas tiroideas.
Además, las coles de Bruselas, ricas en fibra, pueden causar molestias gastrointestinales en personas con enfermedades inflamatorias intestinales. Y aquellos bajo tratamiento con anticoagulantes deben controlar la ingesta de vitamina K, consultando siempre con su médico antes de realizar cambios significativos en su dieta.