Ni cada día ni cada dos: esta es la frecuencia con la que debes lavarte el pelo según los expertos

La frecuencia con la que debemos lavarnos el pelo es un tema recurrente y, a menudo, confuso. ¿Es mejor hacerlo diariamente, cada dos días, o quizás menos frecuentemente? Los dermatólogos y expertos en salud capilar dejan claro que es muy importante tener en cuenta el tipo de cabello y las necesidades individuales a la hora de establecer una rutina adecuada.

Factores que influyen en la frecuencia del lavado

Tipo de cabello

El tipo de cabello es uno de los factores más determinantes para decidir la frecuencia del lavado. Los cabellos finos y grasos tienden a acumular sebo más rápidamente, lo que puede hacer necesario un lavado más frecuente para no obstruir el folículo piloso. Por otro lado, los cabellos gruesos y rizados suelen ser más secos y pueden beneficiarse de lavados menos frecuentes para evitar la pérdida excesiva de aceites naturales.

En este vídeo, una dermatóloga desmiente uno de los mitos más populares en cuanto al lavado del cabello que consiste en que hay que "acostumbrar" al cabello a lavarlo menos. "No podemos entrenar a nuestro cuero cabelludo, a sus glándulas sebáceas, a que produzcan menos grasa", aclara. "La grasa que se produce en exceso, puede inflamar el cuero cabelludo y producir alteraciones como la dermatitis seborreica", explica la Dra. Leire Barrutia. Finaliza el vídeo apuntando que hay que lavar el pelo cuando sea necesario. Si es cada día, cada día; y, si es cada tres días, cada tres días. No por lavarlo menos, nuestro cuero cabelludo va a acostumbrarse a producir menos grasa.

Estilo de vida

El estilo de vida también juega un papel crucial. Las personas que realizan actividades físicas intensas y sudan mucho pueden necesitar lavarse el pelo más a menudo. Sin embargo, es importante equilibrar esto con el tipo de cabello para evitar lavarlo en exceso. Lavar el pelo demasiado es tan malo como no hacerlo, ya que puede eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo, provocando sequedad y fragilidad. En cambio, no lavarlo lo suficiente puede llevar a la acumulación de grasa y suciedad, causando problemas como caspa y picazón. Encontrar un equilibrio adecuado es esencial para mantener el cabello sano y limpio sin dañarlo.

Entorno y clima

El entorno también afecta a la frecuencia del lavado. En climas húmedos y cálidos, el cuero cabelludo puede producir más sebo, mientras que en climas fríos y secos, el cabello puede volverse quebradizo si se lava con demasiada frecuencia.

Consejos para mantener un cabello saludable

Además de lavar el cabello con la frecuencia adecuada en cada caso, mantener un pelo saludable requiere una combinación de buenos hábitos y productos adecuados:

1. Champú y acondicionador adecuados

Es muy importantes usar productos que se adapten a cada tipo de cabello: fino, graso... o emplear un champú específico si se sufre de dermatitis o procesos descamativos. Conviene evitar los productos con sulfatos y parabenos, ya que pueden ser agresivos y secar el cabello.

Champú Freepik

2. Aplicar tratamientos profundos regularmente

Mascarillas hidratantes y tratamientos de aceite pueden hacer maravillas. Aplicar una mascarilla una vez por semana puede ayudar a mantener el cabello nutrido y brillante.

3. Cepillar el cabello correctamente

Un cepillado adecuado es un paso fundamental en cualquier rutina de cuidado capilar. Sin embargo, no vale cualquier cepillo. El cepillo elegido dependerá del tipo de cabello. En los últimos años, hay muchas opciones en el mercado que no dañan el pelo y previenen la rotura.

Cepillar el pelo Freepik

Un error muy común es cepillar el cabello de arriba abajo. Esto puede causar roturas y daño. En su lugar, se recomienda comenzar cepillando las puntas e ir subiendo suavemente hacia la raíz. Esto permite que el pelo se pueda ir desenredando el cabello sin tirones ni movimiento bruscos que puedan romperlo. También se recomienda no cepillarlo en mojado, dado que es cuando más frágil está.

5. Protegerlo del calor

Limita el uso de herramientas de calor como secadores, planchas y rizadores. Cuando las uses, aplica un protector térmico para minimizar el daño.

6. Alimentación equilibrada

Una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales, especialmente vitamina E, hierro y ácidos grasos omega-3, es crucial para un cabello fuerte y saludable.

7. Evitar los peinados ajustados

Peinados muy tirantes pueden causar daño y romper el cabello. Lo ideal es optar por recogido más sueltos para protegerlo y mantenerlo sano.