El té matcha, llamativo por su tono verde vibrante, es una de las bebidas de moda. Sus múltiples beneficios lo han convertido en la bebida favorita de muchas personas, pero además, su intenso color y su forma de prepararlo, casi un ritual, con su bol de cerámica y su agitador de bambú, le han abierto un hueco especial en Instagram y Tik Tok, donde influencers y expertos muestran cómo forma parte de su alimentación, cómo lo preparan, cuáles son sus marcas favoritas o las cafeterías donde mejor lo sirven...
Puede ser viral, sí, pero lo cierto es que no es nada novedoso, ya que tiene una historia milenaria detrás. Curiosamente su origen está en China, pero donde se ha popularizado es en Japón.
Para quienes todavía no lo hayan probado, aquí van cinco cuestiones para conocerlo mejor:
¿Qué es?
Es un té verde en polvo que se procesa a partir de las hojas de té tencha. La planta, Camelia Sinensis, se cultiva al final de su ciclo en la sombra, por eso sus hojas tienen altos niveles de clorofila que le dan ese color verde intenso. Las hojas se recogen, se cuecen al vapor y se dejan secar para posteriormente molerse y obtener un polvo fino y de color verde.
¿A qué sabe?
Con notas dulces, vegetales y con un ligero toque amargo, si algo lo caracteriza es su sabor intenso. Es importante escoger un producto de alta calidad para disfrutarlo, y para ello saber leer la etiqueta es fundamental. Entre otras cosas, se puede comprobar si la molienda es tradicional (frente a la industrial), su procedencia, si es de cultivo ecológico... Además, su aspecto también puede dar pistas sobre su calidad, y si es un polvo muy fino será mucho mejor que si tiene textura terrosa.
¿Cómo se prepara?
Se añade un gramo de té en un bol (mejor precalentado) con 50 ml de agua y se bate bien hasta que quede completamente diluido. Suele aparecer una ligera capa de espuma tipo mousse en la parte superior. Para batirlo, lo más habitual es el agitador de bambú, también conocido como chasen, un pequeño utensilio tradicional japonés de bambú con 100 puntas. Para limpiarlo, simplemente se lava con agua tibia y se deja secar. Otra opción igual de buena es hacerlo con un batidor eléctrico.
Una vez disuelto, se le añade agua, leche o la bebida vegetal escogida.
No deberían quedar polvos no disueltos, si fuera así, siempre se puede filtrar con un colador muy fino.
Al ser una de las bebidas de moda, es fácil encontrar kits para preparar té matcha, y lo más habitual es que incluyan tres piezas: un cuenco o taza de cerámica, una cucharilla dosificadora y un batidor de bambú.
¿Qué beneficios aporta?
Para elaborar el té matcha se utilizan las hojas molidas, lo que permite consumir toda la hoja y obtener mayores beneficios. Se ha convertido en un gran aliado tanto para la salud como la belleza por ser muy rico en antioxidantes –un gramo de té matcha tiene 137 veces más antioxidantes que un gramo de té verde normal–. Los antioxidantes retrasan el envejecimiento y el daño oxidativo de las células, y protegen de los radicales libres.
Por otro lado, la energía que proporciona el té matcha se libera de forma gradual, dando energía durante 4-6 horas. Al contrario del café, que suele provocar un efecto nervioso, el té matcha contiene L-teanina, lo que puede ayudar a sentirte calmado, concentrado y alerta a la vez. Este aminoácido ha demostrado mejorar el enfoque mental, aumentar el rendimiento cognitivo y ayudar con la relajación.
También es rico en catequinas, antioxidantes que ayudan a mejorar el metabolismo y reducir la inflamación. Sus propiedades también ayudan a controlar el peso.
Aún así, no se recomienda tomar más de 5 g/día.
Otros usos
Al ser una de las bebidas de moda, es fácil encontrarlo en las cartas de restaurantes y cafeterías, y se puede consumir en frío, caliente, con agua, leche u otras bebidas vegetales.
Pero más allá de beberlo, también forma parte de todo tipo de recetas como cookies, bizcochos o helados que se tiñen de su característico color verde y permite descubrir todo el potencial de este curioso té.