Vivir en un edificio de varios pisos tiene ventajas y desventajas que dependen en gran medida de la ubicación del apartamento dentro de la estructura. Mientras que algunos buscan las vistas panorámicas de los últimos niveles, otros prefieren la accesibilidad de los pisos inferiores. Sin embargo, los expertos coinciden en que hay un piso que destaca como el menos conveniente para residir.
Según estudios realizados por arquitectos e ingenieros, el primer piso es generalmente considerado el peor para vivir. Esta afirmación se fundamenta en una serie de factores que afectan la seguridad, la privacidad, la calidad del aire y la comodidad de los residentes. A continuación, se detallan las principales razones por las cuales este nivel es menos deseable.
Mayor vulnerabilidad a la inseguridad
Uno de los principales inconvenientes de vivir en el primer piso es la seguridad. Al estar a nivel de calle, estos apartamentos son más accesibles para los delincuentes. Según informes de seguridad urbana, los robos en viviendas ubicadas en la planta baja son más comunes que en los pisos superiores, debido a la facilidad de acceso a través de ventanas o balcones.
Para mitigar este riesgo, los expertos recomiendan instalar rejas de seguridad, sistemas de alarma y vidrios reforzados. Sin embargo, estas medidas pueden resultar costosas y, en algunos casos, afectar la estética del lugar.

Hombre teclea el número secreto de la alarma al entrar en casa.
Ruidos y molestias constantes
El ruido es otro de los problemas significativos de los primeros pisos. Al estar más cerca de la entrada del edificio, se perciben más los sonidos provenientes de la calle, como el tráfico, las conversaciones de peatones y los bocinazos de automóviles. Además, en edificios con áreas comunes, como lobbies o salones de eventos, los residentes del primer piso suelen verse más afectados por el bullicio de quienes transitan por esos espacios.
Incluso dentro del edificio, el primer piso puede sufrir las vibraciones y ruidos de ascensores, puertas automáticas y la circulación constante de los vecinos. Todo esto contribuye a un ambiente menos tranquilo y puede afectar la calidad del descanso.

Mano de un hombre pulsando el botón del primer piso en el ascensor.
Falta de privacidad
La privacidad es otra preocupación clave para quienes viven en el primer piso. Dado que las ventanas suelen estar a la altura de la calle o de zonas comunes, los transeúntes pueden ver directamente hacia el interior del apartamento. Esto obliga a los residentes a mantener cortinas cerradas durante gran parte del día, lo que puede reducir la entrada de luz natural y afectar la sensación de amplitud en el hogar.

Mano de un hombre que aparta ligeramente las cortinas para ver la calle a través de la ventana.
Problemas de humedad y plagas
Los expertos en construcción y mantenimiento de edificios advierten que los primeros pisos son más propensos a problemas de humedad y plagas. Al estar más cerca del sótano o del subsuelo, estos apartamentos pueden presentar filtraciones de agua, moho y hongos, especialmente en climas húmedos o en edificaciones antiguas con deficiencias estructurales.
Además, es más común la aparición de insectos y roedores, ya que estos suelen anidar en los espacios inferiores y pueden acceder con mayor facilidad a las viviendas de los niveles más bajos.

Chica con humedades en casa.
Menor iluminación y ventilación
La cantidad de luz natural también puede verse reducida en los primeros pisos, especialmente si el edificio está rodeado por otras estructuras altas o árboles frondosos. Una menor exposición a la luz solar puede afectar el bienestar emocional y la eficiencia energética, ya que se requiere mayor iluminación artificial durante el día.
Asimismo, la ventilación puede ser deficiente, ya que el aire no circula con la misma facilidad que en pisos superiores. Esto puede generar ambientes más húmedos y menos confortables, además de aumentar la concentración de contaminantes en el interior del hogar.

Ventanas blancas en una casa con luz natural del exterior.
Valor de reventa y demanda menor
En el mercado inmobiliario, los apartamentos en primeros pisos suelen tener menor demanda en comparación con los niveles superiores. Esto puede traducirse en una revalorización más lenta y en dificultades para vender o alquilar la propiedad en el futuro.
Aunque en algunos casos los precios de estos apartamentos son más accesibles, los beneficios pueden no compensar las desventajas mencionadas.

Llaves de una vivienda al lado de una maqueta de una casa en miniatura.
¿Cuáles son los mejores pisos para vivir?
Los pisos intermedios suelen ser los más recomendados por los expertos, ya que combinan los beneficios de seguridad, privacidad y buena iluminación. En general, se consideran ideales los apartamentos ubicados entre el tercer y el séptimo piso, dependiendo de la altura del edificio.
Estos niveles ofrecen menor exposición al ruido de la calle, mayor ventilación e iluminación natural, y una ubicación conveniente en caso de evacuación de emergencia. Además, suelen tener una mejor revalorización en el mercado inmobiliario.
Para quienes buscan vistas panorámicas y menor ruido, los últimos pisos también pueden ser una buena opción, aunque suelen ser más costosos y pueden presentar problemas de temperatura en temporadas extremas.