El conjunto blanquiazul suma un gran punto en un partido que jugó sin siete jugadores de la primera plantilla lesionados, y sin Isak, que, con molestias en la musculatura isquiosural izquierda, solo aguantó 37 minutos
Enorme mérito el de esta Real Sociedad, que supo sumar un punto de gran valor ante el Sevilla en unas condiciones que no invitaban para nada al optimismo. Pero, pese a todo, el equipo de Imanol se rehízo de la mejor de las maneras para cosechar un empate de prestigio y dar un golpe encima de la mesa, dando a entender, por si había alguna duda, que este año va muy en serio. Y es que terminar el partido jugando con Remiro, Zaldua, Aritz, Le Normand, Aihen, Merino, Zubimendi, Guevara, Januzaj, Valera y Lobete es digno de mención.
La Real afrontaba el partido frente al Sevilla lastrado por las lesiones. Hasta siete futbolistas del primer equipo se perdieron el choque por algún daño. El último en caer, un David Silva que ni tan siquiera pudo comenzar el partido del Philips Stadion. Molestias en el calentamiento obligaron a Imanol Alguacil a variar el plan inicial. A la conclusión del partido, el oriotarra habló de un problema en el sóleo, aspecto que se confirmó en la tarde de ayer a través de un escueto parte médico. Eso sí, Imanol confirmó que padece una rotura –"No me acuerdo el grado, pero quiero hablar con el médico"–. Antes del canario ya habían caído Monreal, al que tardaremos un tiempo en verle sobre el verde tras la artroscopia a la que fue sometido el viernes, Diego Rico, Asier Illarramendi, Jon Guridi, Carlos Fernández y Barrenetxea, este último cuando atravesaba por su mejor momento de forma desde que diera el salto al primer equipo. Y menos mal que Imanol para la ocasión recuperó a Le Normand y Zaldua, dos de los heridos de guerra de la batalla ante el PSV Eindhoven. Pero si la lista ya era de por sí larga, ayer por la tarde se le unió una nueva pieza: nada más y nada menos que Aexander Isak, que solo aguantó 37 minutos sobre el terreno de juego. El internacional sueco ya se había perdido el primer partido de liga en el Camp Nou por unas molestias en su rodilla izquierda. Ayer le sacaron del campo unas molestias en la musculatura isquiosural de su pierna izquierda. Hoy le harán pruebas.
Con todo en contra, y ante uno de los gallos de la competición, la Real tiró de orgullo para por lo menos sumar un punto que supo a gloria frente a una entregada afición que alentó como en las mejores ocasiones. Los 23.757 espectadores que se personaron en el santuario blanquiazul eran conscientes de que su equipo necesitaba su aliento y no pararon. Se frotaron las manos cuando Mateu Lahoz, previo paso por la pantalla, se dirigió al punto de penalti ante una mano de Diego Carlos. Mikel Oyarzabal, un especialista en este arte, agarró el balón y lo colocó con cariño sobre el punto, más que nunca ayer, fatídico. Carrerilla clásica, pero Bono adivinó la intención del capitán blanquiazul. Decepción máxima. No habían pasado ni diez minutos de esa acción e Isak caía lesionado. Peor no se le podían poner las cosas al equipo blanquiazul que, sin embargo, no bajó los brazos, todo lo contrario, firmando una primera parte notable.
En la segunda mitad tocó contener el potencial del conjunto andaluz y lo consiguió, muriendo de pie, forzando, incluso, situaciones de peligro en la portería de Bono. Y eso que terminó jugando con Lobete en punta, flanqueado en la izquierda por Valera, otro debutante del Sanse, y con Ander Guevara de media punta. Y menos mal que Imanol se dio cuenta de los problemas físicos con los que acabó Sorloth. La Real no se podía permitir el lujo de terminar el partido sumando una baja más a una lista ya de por sí suficientemente extensa.
Monreal, Diego Rico, Illarramendi, Guridi, Silva, Barrenetxea, Carlos Fernández e Isak forman la lista de lesionados de la Real