El Athletic ha completado hoy una nueva sesión de entrenamiento, la penúltima de la semana, puesto que mañana será la última vez que Ernesto Valverde cite a la primera plantilla hasta el lunes por la tarde. En esta sesión, en la que han participado 15 futbolistas de campo y 3 porteros, no ha estado Nico Williams, que se perdió el partido ante el Girona por una contusión en la zona sacroilíaca, abandonó ayer por la tarde la concentración del equipo de Luis de la Fuente por el mismo motivo. Hoy ha acudido a Lezama para recibir tratamientos que favorezcan su vuelta a la dinámica grupal.
Ausencias
Además de la ya mencionada del menor de los hermanos, varios futbolistas se han ejercitado al margen a distintas instensidades. Oihan Sancet ha sido el primero en salir al exterior de las instalaciones de Lezama. Madrugador, el 8 rojiblanco ha estado unos 10 minutos calzando zapatillas de calle en el verde del campo 1 antes de meterse de nuevo en el interior para proseguir con la recuperación de su lesión muscular.
También al margen, Óscar de Marcos, Yeray Álvarez y Mikel Vesga han trabajado junto a los readaptadores del club para gestionar en el caso del capitán cargas de trabajo y para apurar sus opciones de volver tras el parón en el caso de Vesga y Yeray.
Las nómina de ausentes se completa con los internacionales Daniel Vivian, Iñaki Williams y Álex Padilla, cuyo puesto lo ha suplido Mikel Santos.
Unai Simón, un futbolista más
El portero ha repetido la fórmula de días pasados y ha saltado al exterior junto al resto del grupo pero sin intención de hacer ejercicios de portería. El guardameta ha completado la primera parte de la sesión como un futbolista de campo más y se ha retirado cuando sus compañeros de portería han comenzado con el trabajo específico.
Borrasca Kirk
La borrasca Kirk se ha notado también en la sesión de entrenamiento de los de Ernesto Valverde. Las fuertes rachas de viento, que han dejado múltiples incidencias en Euskadi en las últimas horas, han obligado a resguardar la sesión en el Campo 3. A pesar de este cambio para rebajar la incidencia de este elemento tan molesto en el fútbol, han sido varios los momentos en los que se ha percibido de forma muy intensa. Prueba de ello es que los aspersores no han podido hacer su función en varias zonas del campo.