Seguro que Nico Williams no olvidará la noche de este jueves. Después de contar con minutos saliendo desde el banquillo ante Costa Rica y Alemania, el rojiblanco ha disfrutado en la última jornada del Grupo E de su primera titularidad en un Mundial. El mejor escaparate. Aunque el compromiso ante Japón casi se le atraganta al jugador del Athletic, como al resto de la tropa de Luis Enrique, sorprendida por el combinado nipón, que se ha llevado la victoria y ha dejado al borde de la eliminación a España.
El técnico asturiano ha introducido cinco cambios respecto al once que presentó ante Alemania. Además de la entrada del extremo navarro, el asturiano ha hecho hueco a Azpilicueta, Pau Torres, Balde y Morata. Por primera vez en el Mundial de Catar, dos rojiblancos han compartido titularidad. Con Unai Simón fijo en la portería, el menor de los Williams ha ejercido por la banda derecha. De más a menos, siempre pegado a la línea de banda, ha pedido en todo momento el balón. Ha participado en la jugada del gol de España, que ha llegado desde la banda derecha, con un centro de Azpilicueta, al que ha habilitado el propio Nico, para que Morata marcara.
Sus múltiples desmarques no han logrado atraer del todo la atención de sus compañeros, aunque invitaban al pase largo. Cuando encaró superó a su marcador, con un par de buenos centros al área y un tiro casi sin ángulo que puso en aprietos al portero nipón. En el minuto 58, con la remontada de Japón, ha dejado su puesto a Ferran Torres.
Menos suerte ha tenido Unai Simón. No ha acertado a despejar el zurdazo de Doan en los primeros instantes del segundo tiempo, un disparo al que aparentemente llegaba. Tampoco ha estado fino en el 2-1 de Japón. En el juego con los pies ha vuelto a provocar el runrún.