Miles de vascos tuvieron que buscar refugio en el extranjero huyendo de las bombas de la guerra civil. Aquellos "hijos de la guerra" cruzaron el charco o encontraron cobijo en otros países de Europa, como es el caso de la amona de Liana Shengelia, que tras un largo viaje por diferentes destinos echó raíces en Georgia.
Allí nació su nieta, Liana, que enamorada de sus historias, decidió hacer el recorrido inverso al de su abuela y cursó sus estudios universitarios en Bilbao. Muchos años después, sigue viviendo en la capital vizcaína, sintiéndose mitad vasca, mitad georgiana.
La suya es una bella historia que hemos querido conocer, a través de la cual hemos podido saber más de una nación bastante desconocida como la georgiana.