Nilsa prevé retomar las obras de la nueva depuradora de Olazti en enero, una vez han sido adjudicadas a Acsa Obras e Infraestructuras, por un importe de 1.898.967 euros más IVA, El plazo de ejecución es de 12 meses. Y es que estas obras comenzaron a finales de 2020, adjudicadas a Construcciones Osés pero el hallazgo de restos arqueológicos del periodo paleolítico durante la preparación del terreno paralizó los trabajos. No en vano se encuentra en la zona Koskobilo, el yacimiento cuaternario más importante de Navarra.
La inversión de esta primera fase fue de 580.000 euros, en concepto de gastos asociados a trabajos arqueológicos, con una excavación integral del área, y mayoritariamente en la compra de equipos electromecánicos como bombas, válvulas o cuadros eléctricos que permiten a la depuradora funcionar. Por ello, ahora se ha licitado la parte que no fue ejecutada en el contrato anterior, según explican desde Nilsa, que cuenta con el informe favorable de Príncipe de Viana, emitido en septiembre, para ejecutar esta actuación. No obstante, esta institución ha requerido la contratación de un arqueólogo para que esté a pie de obra para un seguimiento intensivo. En el caso de que se detectasen estructuras o restos arqueológicos, se deberán delimitar, balizar y notificar a Príncipe de Viana para establecer las medidas correctoras.
PROYECTO INTEGRAL
Se trata de la remodelación integral de la depuradora actual, con una nueva planta junto a la estación actual para reformar las medidas de seguridad y adecuar su capacidad a las necesidades actuales. Y es que según explican desde esta empresa pública del Gobierno de Navarra, se encontraba al límite de sus posibilidades. Construida en 1991, ya en 2005 se realizó una primera remodelación con el objetivo de dotarla de un reactor y de un sistema de almacenamiento de fangos. La segunda fue en 2015, para instalar un nuevo reactor biológico con el fin de aumentar la capacidad de depuración. Con la nueva infraestructura se podrá tratar un caudal medio de agua sucia de 15,63 litros por segundo, lo que supone 1.350 metros cúbicos diarios, con un máximo admisible de 46,90 litros por segundo.
Durante la ejecución de las obras continuará en funcionamiento al actual depuradora y una vez finalicen se demolerá para habilitar en eses espacio una laguna de seguridad. Y es que el caudal ya depurado estará un tiempo antes de ser devuelto al río.
El proyecto, que se financiarán con el canon de saneamiento, se enmarca en el Plan Director de Saneamiento de los Ríos en Navarra, integrado en el Plan Director del Ciclo Integral de Agua de Uso Urbano 2019-2030.