"¿Cuándo va ser la próxima salida al monte?", preguntaban a través de los walkie talkies de la asociación Euskadi 4x4. Rescate y Ayuda los cerca de 30 niños y niñas que tomaron parte este pasado sábado en la primera ruta montañera en todoterreno. Rescatando sonrisas que contó con la inestimable colaboración de miembros de Protección civil de Barakaldo y de Erandio. "La verdad es que estamos muy satisfechos de cómo resultó esta primera salida que pretendía arrancar una sonrisa de estos niños y niñas que están tan acostumbrados a las cuatro paredes de consultas y hospitales introduciendo en su rutina una actividad de aventura al aire libre por nuestros montes", valoraba Jesús Arrillaga, presidente de Euskadi 4x4, quien desveló que más de uno de los adultos que participaron en la actividad "soltamos alguna lagrimita al ver lo emocionados que estaban los chavales en el monte".
Poco les importó a estos niños de la asociación Aspanovas, Pequeño Deseo o Ahida (dedicada a familias con hijos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad) el madrugón que se dieron para juntarse en la explanada del BEC de Barakaldo o que el día fuera lluvioso y frío. Ascender por cuestas imposibles para la mayoría de los vehículos, cruzar cantarines arroyos de montaña, recorrer caminos con balsas de agua por las pertinaces lluvias de los días previos, contemplar entre las cortinas de niebla a las vacas montxinas o los pottokas fueron algunos de los alicientes que hicieron que los niños no despegaran sus rostros, sus miradas, de las ventanillas de los 23 tototerrenos que tomaron parte en esta singular propuesta que recorrió 62,4 kilómetros entre pistas y carreteras entre Barakaldo y Sopuerta pasando por La Arboleda y Peñas Negras.
Preparación
"Las condiciones climatológicas nos obligaron a un pequeño sobreesfuerzo para tener todo controlado ya que la ruta la íbamos a hacer con niños de entre 7 y 12 años y eso siempre es una gran responsabilidad. Volvimos a recorrer el viernes por la tarde todas las pistas de monte por donde íbamos a pasar para que todo estuviera despejado", recuerda Arrillaga, quien reseñaba que entre los socios había varios que trabajan en el ámbito sanitario y otros en Protección Civil.
Tras arrancar del BEC, los aventureros se dirigieron a El Regato para conectar con el alto de Mendibil (el del pirulí) desde donde descendieron por Barrionuevo a La Arboleda con el fin de llegar desde la cola del pantano de Oiola hasta Peñas Negras donde pararon para hacer un hamaiketako. Repuestas las fuerzas, la expedición enfiló al punto de retorno en los montes de Sopuerta. "La ruta ha gustado mucho, lo que nos anima a contemplar nuevas aventuras en 2022", avanzó Arrillaga.