Cuando Mateu Lahoz, el colegiado valenciano, pita el final del partido, la euforia se apodera de los presentes en Mendizorroza y, como no podía ser de otra manera, de Vitoria entera, de cualquier rincón de Álava y dondequiera que palpite un corazón albiazul. Son las once de la noche del 8 de febrero de 2017: ¡Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid!.
El Deportivo Alavés acaba de eliminar al Celta de Vigo en las Semifinales del Campeonato de España y por primera vez va a jugar una Final. Desde el mismo momento que Mateu da por finiquitado el encuentro, las cabezas de todos los albiazules empiezan a elucubrar y pensar en fechas, horarios, viajes, entradas, hoteles y comidas, porque todos quieren estar en Madrid el 27 de mayo de 2017. Porque este día, como nuestros bisabuelos en los campos de Vizcaya, nuestros abuelos en otros campos y nuestros padres y nosotros mismos en Europa, no vamos a dejar sola, sin compañía, a la tropa que dirige Mauricio Pellegrino. Hoy, 27 de mayo, el Deportivo Alavés "No va a caminar sólo".
La tarde del viernes 26, antes de su partida, la plantilla conoce de primera mano lo que les espera en el Vicente Calderón, Estadio madrileño dónde se juega la Final, ya que cerca de ciento cincuenta aficionados albiazules les despiden a las puertas del hotel vitoriano dónde están citados para viajar a Madrid. ¡Ojos húmedos se ven en muchos rostros!.
Veinticinco mil alavesistas llegan a Madrid en todos los medios posibles: vehículos particulares, autobuses, trenes, incluso algunos en avión, es decir por tierra y aire, y no se ha hecho por vía fluvial, porque no se ha podido unir el Zadorra con el Manzanares.
Muchos, casi todos, se pasarán el mismo día del partido por la Araba Hiria, la zona para sus seguidores que ha montado el Deportivo Alavés, no muy lejos del Estadio Manzanares (Vicente Calderón). Allí en su 'Fan Zone', los albiazules harán acopio de alavesismo y calentarán motores para la Final, programada para las nueve y media de la noche. Enfrente del modesto 'barquito' albiazul va a estar en la noche madrileña un enorme transatlántico, pero entre la gente alavesista unos recuerdan a David contra Goliat y otros la historia del Titanic. Cincuenta millones de euros de presupuesto contra seiscientos. Veintiocho Campeonatos de España, en 2021 ya tiene treinta, contra ninguno.
Pero el Barcelona no las tiene todas consigo y hay algo de supersticioso en el proceder del conjunto 'culé'. En una final el club más antiguo actúa como local y puede elegir el vestuario dónde se cambian sus jugadores. Normalmente siempre se elige la caseta del equipo de casa, teóricamente mejor acondicionada, pero para el encuentro de esta noche de mayo de 2017 el Barça ha preferido prepararse en el 'cuarto de invitados', ya que sus dos últimos encuentros en el Manzanares se han saldado con victoria (1-2, en ambos casos).
Durante muchos minutos los albiazules sueñan con la proeza. El Barcelona no se adelanta en el marcador hasta el minuto treinta, por mediación de Messi. Tres minutos después estalla el Estadio y las banderas, bufandas e incluso camisetas albiazules surcan el cielo madrileño. Veinticinco mil corazones laten apresuradamente en el Manzanares y otros muchos miles laten en otras partes. ¡Empata Theo Hernández! Poco dura la alegría porque la mejor versión de Messi logra que marquen Neymar Junior y Alcácer. En la segunda parte no se mueve el marcador y el FC Barcelona levanta su vigesimonoveno Campeonato de España (3-1). ¡Deportivo Alavés te quiero!.