Estamos inmersos en la Semana Mundial de la Alergia -desde el 23 al 29 de junio-, centrada este año en las alergias alimentarias. Se trata de una patología que está aumentando en todo el mundo y que afecta a personas de todas las edades. En algunos casos, pueden llegar a ser graves e, incluso, provocar la muerte. Por ello, se las considera ya un problema de salud global.
¿Es lo mismo alergia e intolerancia?
Es importante hacer un diagnóstico certero a la hora de detectar una alergia y, por tanto, prevenir sus síntomas y tratarlos. En los últimos tiempos, se habla mucho de las intolerancias; sin embargo, es necesario tener claro que alergia e intolerancia "son cosas totalmente diferentes". Así lo ha destacado el doctor Pedro Gamboa, alergólogo de IMQ, entrevistado esta mañana en Onda Vasca. Gamboa ha explicado que "la alergia es una reacción inmunológica" en la que el cuerpo humano reconoce un alimento "como algo extraño y peligroso y lucha contra él. Entonces se liberan una serie de sustancias que dan lugar a una reacción alérgica que puede ser potencialmente grave e, incluso, mortal".
"Sin embargo en la intolerancia", apunta el alergólogo, "no hay ningún mecanismo inmunológico. Es simplemente que ciertas personas o no tienen o tienen poca cantidad de ciertas proteínas en su tubo digestivo que lo que hacen es absorber fundamentalmente azúcares, por ejemplo, la lactosa de la leche o la fructosa de las frutas, etc... Si no tienen suficientes proteínas para degradar ese azúcar y poder absorberlo, lo que pasa es que ese azúcar se acumula en el intestino, va fermentando, se forman gases y las personas tienen síntomas solamente digestivos: nauseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, etc...". Pero, asegura el doctor, "nunca llegan a una reacción grave y potencialmente mortal como puede ser una alergia".
¿Cómo hacer frente a una alergia alimentaria?
El doctor Pedro Gamboa asegura que se puede detectar una alergia alimentaria porque "una persona en cuanto ingiere" el alimento en cuestión, "al cabo de pocos minutos o como máximo una hora, comienza con un picor en la boca, dolor abdominal, náuseas, vómitos, picores en la piel, le pueden salir ronchas, puede tener dificultad para respirar, diarrea, mareo, pérdida del conocimiento... puede dar lugar a síntomas muy, muy graves".
Ante la sospecha de que se padece una alergia alimentaria, el alergólogo de IMQ aconseja acudir al médico. "Lo primero es diagnosticarlo, que su alergólogo le haga el estudio y le identifique el o los alimentos que le causan la alergia". A partir de ahí, asegura el doctor, "lo lógico sería no volver a comerlos" aunque en algunos casos -como el de niños alérgicos a la leche o al huevo- se recomienda la "inmunoterapia oral" que es "darles cantidades crecientes de forma muy paulatina del alimento al que son alérgicos para conseguir que lo toleren".
El tratamiento más común ante una alergia alimentaria es un medicamento "que es la adrenalina" y que los pacientes deben llevar siempre consigo, "un medicamento que se inyecta. Hay unos dispositivos que simplemente es apretarlos sobre la piel y ellos mismos dispensan un cierta cantidad de adrenalina y este es el tratamiento más eficaz y resolutivo para tratar reacciones alérgicas graves".
Con alergia... ¿se nace o se hace?
"No se nace con la alergia, sino que uno se hace alérgico", explica el doctor Pedro Gamboa. "A medida que uno consume un alimento, la mayoría de las veces no pasa nada, lo tolera a lo largo de su vida, pero hay circunstancias -muchas veces no se sabe las que lo determinan: la carga genética u otro tipo de desequilibrio en la población de bacterias intestinales- que lo que hacen que uno se haga alérgico a uno a o varios alimentos".
De ahí la necesidad de organizar semanas, como esta, dedicada a concienciar e informar sobre las alergias para que ante cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, sepamos reaccionar correctamente.