En cuestión de amistades se lo están poniendo difícil y le van a tener que utilizar para convencerles de que se quede. Odegaard, que se fue; Januzaj, deshojando la margarita todo el año; ahora Sorloth acaba contrato...
–Vamos a ver... Nunca se sabe lo que va a pasar. A ver quiénes estamos el año que viene.
El club siempre ha dicho que es un proyecto muy ambicioso y que lo mejor está por llegar.
–Sí, seguro. En los tres que llevo aquí ha mejorado en muchas cosas y también en la clasificación. El club tiene ambición y los jugadores también. Sí, lo mejor está por llegar.
¿Le molesta estar todo el día en boca de los aficionados y en el ojo del huracán por noticias de que se va?
–No me importa. No leo mucho. No navego mucho por Internet. Esto también forma parte del fútbol y tienes que aceptarlo. No me molesta mucho, la verdad.
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Tiene contrato hasta 2026, son cuatro temporadas más.
–Por eso.
Por lo tanto podemos estar tranquilos, la Real tiene a Isak para rato.
–Tengo contrato para mucho tiempo. Y eso es así. No se sabe eso.
Imanol suele decir a veces lo de "este partido lo van a jugar un nombre y diez más". ¿En la primera jornada del año que viene, serán "Isak y diez más"?
–Me estás buscando, ¿eh?
¿Pero se ha llegado a ver fuera en algún momento de la Real, como en enero?
–Yo no hablo mucho, yo no pienso mucho. Estoy donde estoy y luego si sucede algo ya pasará. Como yo no sé nada, solo estoy pensando en donde estoy y es aquí.
Lo que no falla es la confianza de la afición que le sigue idolatrando a pesar de que no ha sido su año.
–Sí, la afición siempre se ha portado muy bien conmigo y es algo que yo lo agradezco mucho.
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Es fácil estar al lado del delantero cuando marca muchos goles, pero el cariño de verdad lo sientes cuando te está costando ver puerta... Es un ídolo.
–Sí, bueno, yo eso no lo puedo decir, pero sí que estoy muy contento con la afición. Es una afición muy top.
Imagino que le hará ilusión pasar por patios de colegio o parques y ver a muchos niños con su camiseta copiando sus celebraciones.
–Sí, claro, es algo muy bonito.
Pase lo que pase en el futuro, un trocito de su corazón ya es txuri-urdin.
–Claro.
¿Se lo imaginaba cuando aterrizó en Donostia que lo iba a conseguir tan pronto?
–No sé, creo que siempre que vas a un club nuevo piensas en hacerlo bien, crecer y convertirte en un jugador mejor. Ese era mi objetivo y luego todo lo que viene con eso es un regalo.
Oyarzabal, Le Normand... Son muchos los que no tienen un cántico individual. Usted lo tuvo rápido... ¿Lo tararea mientras juega?
–Me hace mucha ilusión, pero no, no lo canto mientras juego.
¿No siente más la responsabilidad de marcar cuando le cantan, por la gente?
–No, quiero marcar goles porque me encanta.
¿Cuándo va con la selección de Suecia le preguntan por cómo es jugar en la Real y cómo es su gente?
–La verdad es que no me preguntan mucho. Mi familia y amigos ya lo saben. Han estado y saben lo que hay aquí. Con mis compañeros de selección no solemos comentar mucho esas cosas.