“Las árbitras no hemos parado la Liga, estamos dispuestas a negociar”, han expresado Guadalupe Porras, Marta Huertas y Marta Frías, las representantes del colectivo arbitral femenino, en una rueda de prensa convocada para hoy tras la huelga de las colegiadas anunciada el pasado jueves y que impidió la celebración de la primera jornada de la Primera División Femenina.
A lo largo del día ha entrado en escena el Consejo Superior de Deportes (CSD) como mediador de una reunión con la Federación Española de Fútbol (RFEF), dando respaldo a las árbitras, y la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF), competición asignada para arbitrar.
Congregadas las partes con carácter de urgencia, los agentes no han alcanzado un acuerdo para levantar una huelga motivada por las condiciones laborales y económicas de las colegiadas. Las partes han expuesto sus posturas, pero no ha habido solución, por lo que los representantes del CSD, la RFEF y la LPFF se han emplazado a hoy en el intento de dar fin a una huelga que fue anunciada como indefinida.
“La decisión de parar ha sido exclusivamente nuestra, si algo nos caracteriza es nuestra independencia, es lo más sagrado que tenemos. Nosotras hemos elegido a nuestros propios representantes para esta negociación y es la RFEF”, ha manifestado por la mañana Marta Huerta.
Marta Frías ha declarado que lo que persigue el colectivo arbitral son “condiciones dignas”. “Estamos hablando de una liga profesional donde todos debemos ser profesionales. Si no arbitramos, no cobramos. Si nos lesionamos, nosotras tenemos que pagarnos el fisio y el nutricionista, el preparador físico o lo que necesitemos”, ha ahondado Frías, que con 15 años en el arbitraje no ha cotizado ningún día.
Guadalupe Porras, por su parte, ha concretado que el colectivo envió una propuesta de “mínimos” a la LPFF, que sería cobrar un tercio de lo que ganan los árbitros de Segunda masculina, es decir, unos 48.000 euros anuales.