“No hemos tenido nunca tantos jóvenes en consulta en situación de riesgo para su vida”

La pandemia está siendo una gran catarsis emocional que está afectado a lo que podemos hacer y a la manera en la que nos sentimos. Existe, incluso, la palabra 'fatiga pandémica' para poder expresar ese cúmulo de sensaciones. En Onda Vasca, Ángela Magaz, psicóloga y directora del Grupo Albor-Cohs, observa un incremento de personas que manifiestan ese malestar. "Estamos cansados de estar alerta a tantas cosas y de tomar decisiones ante situaciones novedosas". La salud mental de la población más joven también se ha visto resentida y en algunos casos la desesperación ha aumentado hasta límites en los que se creen que no hay motivos para vivir. Magaz señala que "son jóvenes que no han aprendido a vivir y que han caído en la trampa de una autoexigencia tan alta que no pueden con ella". "Es una realidad que estamos viviendo en los centros de psicología, no hemos tenido nunca tantos jóvenes en consulta en situación de riesgo para su vida". Situaciones que requieren medidas urgentes. La psicóloga y directora del Grupo Albor-Cohs subraya que "es muy importante que las familias y amistades comprendan que esa persona está en una situación de desesperación". Por este motivo es fundamental "tener paciencia porque la experiencia dice que no es algo que se resuelva de un día para otro, pero con tiempo se puede llegar a un buen resultado". 

Las actitudes agresivas y violentas también han proliferado como consecuencia de "la ira que se está padeciendo durante todo este tiempo por no poder hacer cosas que deseábamos. "La ira siempre va seguida de la agresión si no sabemos regularla y controlarla". 

Los Juegos Olímpicos de Tokio han evidenciado la importancia que tiene cuidar la salud mental y emocional. El caso de la gimnasta norteamerica, Simone Biles, ha dado la vuelta al mundo. Su decisión de no participar en varias pruebas por no encontrarse bien mentalmente ha generado multitud de reacciones. En opinión de Magaz, "somos muy aficionados a la crítica sin conocer la situación de una persona". "La autoexigencia puede ser muy beneficiosa para motivarte pero se puede convertir en un callejón sin salida. Cuando la autoexigencia y la autoestima van justas en una auténtica trampa", concluye.