Vida y estilo

“No me importa lo que diga la historia de mí”

La autora madrileña nos lleva de viaje a la ciudad de Donostia en los años 50, en pleno Franquismo, en una historia, ‘Lo que habita en los sueños’, llena de misterios y tramas por resolver donde viajaremos a diferentes épocas y lugares
Nagore Suárez.
Nagore Suárez. / EP

En la nueva novela de Nagore Suárez, Lo que habita en los sueños, nos invita a realizar un doble viaje en el tiempo. Al más puro estilo Agatha Christie, nos adentraremos a lo largo de sus páginas en la Florencia de 1938 y en el Donostia de 1952, con una misma protagonista, Manuela, una mujer que deberá reconstruir las piezas de su historia y la de su amiga Ava.

El título del libro, Lo que habita en los sueños, responde a una obra que va a traer muchos quebraderos de cabeza a lo largo de la novela. ¿Qué habita en los sueños y en la mente de una autora que nos ha hecho viajar tanto?

Muchas cosas. A veces creo que demasiadas (risas). A veces creo que soy un poco como Ava, que tengo muchísimas cosas en la cabeza. Pero bueno, ahora mismo la verdad es que, salvando la promoción, tranquilidad, esa tranquilidad después de terminar la novela, de dos años de trabajo. Y felicidad, porque es el momento en el que ha llegado a los lectores. 

¿Qué lleva a una madrileña a escoger Donostia como una de las diferentes localizaciones de su historia?

Yo tengo familia en Navarra, y de hecho mi padre y mis tíos nacieron y vivieron en Bilbao muchos años. A Navarra voy muchísimo y por aquí también bastante. San Sebastián me encantaba, y de hecho junto con Florencia es mi ciudad preferida. Son mis dos ciudades preferidas. Pero me gustaba mucho ese aire que tiene tan señorial, tan elegante... En el 52 ya no estamos en la época dorada, estamos en pleno Franquismo, pero siempre ha sido el lugar de veraneo de la alta sociedad, y me gustaba mucho que se pudieran juntar personajes muy dispares. 

Habla de personajes dispares. Tenemos hasta espiritistas, médiums... La época también invita a explorar misterios casi rozando más lo sobrenatural que lo terrenal, ¿no? 

Sí, completamente. Al final el tema del espiritismo empezó a finales del XIX, pero en todos esos años de principios del XX tenía mucho auge, y a la gente le gustaba mucho. Pero sí, en la novela quería hablar de esa frontera que separa los mundos. Creo que en todas las novelas he tenido ese punto mágico, pero esta creo que es la que más.

Además de una novela de misterios es también una oda a la amistad entre Ava y Manuela. 

Antes me han preguntado que con qué poso se iban a quedar los lectores, y les he dicho: “Bueno, es que al final es una historia de amistad”. Además, esa amistad de la adolescencia, que vivimos todo con muchísima intensidad en la adolescencia, creo que son amistades muy especiales. Pero sí, para mí, aparte de que haya una historia de amor, misterio..., me gusta mucho esta historia de amistad entre Manuela y Ava. 

¿Hay algo más puro que esa amistad?

No, completamente. Al final es algo que creo que es un poco incorruptible. No quiero desvelar mucho (risas), pero sí, es un sentimiento muy puro y otra historia de amor al final. 

De todos modos, en la novela no solo viajamos geográficamente, sino también en el tiempo. Encontramos 1924, 1938, 1952..., y lugares como Pamplona, Santander, Donostia, Forencia... ¿Dónde y cuándo preferiría haber vivido usted?

Claro, es que aquí hay un punto, que es que todo parece muy romántico, pero... 

Todos tienen sus luces y sombras. 

Claro. Yo soy consciente de que, aparte, siendo mujer, no iba a estar en una de esas épocas mejor de lo que estoy ahora. Florencia en el 38 está a las puertas de la Segunda Guerra Mundial, San Sebastián en el 52 con el Franquismo... Creo que me quedaría en el 24, en los años 20. 

¿Qué haría en esa época?

Yo creo que escribir. Seguro que lo intentaría, por lo menos (risas). 

En esta novela también encontramos referencias de escritoras, como la gran Agatha Christie. Sus personajes bien pueden recordarnos a los sacados de sus libros, con ese halo de misterio, luces y sombras, misticismo... ¿Es un referente para usted?

Completamente. Empecé a leer a Agatha Christie muy joven. Es referente en el género. Yo creo que es una lectura imprescindible en el misterio, es la gran dama del misterio, ella sí (risas). 

¿Qué cree que dirá la historia de usted?

(Risas). No lo sé. Creo que hoy en día hay muchísimos libros, muchísimas publicaciones, pero no me importa lo que diga la historia en ningún momento. Lo que me importa de verdad es el momento, el ahora, y disfrutar escribiendo. El día que deje de disfrutar escribiendo creo que dejaré de escribir. 

Sé que usted no es médium ni adivina, pero si tuviera que ver su porvenir en las cartas, ¿qué le depararía? 

Espero que me dijeran que voy a seguir escribiendo. Bueno, voy a seguir escribiendo seguro. Y la verdad es que me gusta el camino que he empezado aquí en Lo que habita en los sueños. Esta novela va a ser autoconclusiva, creo que no da pie a una continuación, pero me gusta el camino que he empezado aquí. Me gustaría quizá seguir en estas novelas de misterio con ambientación histórica. Ya tengo ideas. 

¿Volverá al norte?

Creo que va a estar prácticamente siempre vinculado de una manera u otra a mis novelas, porque siempre que me pongo a pensar en una idea nueva, hay algo que de alguna manera me trae de vuelta aquí.

2025-03-19T22:43:17+01:00
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