Vida y estilo

“No se tendría que considerar la ansiedad como enfermedad”

“La ansiedad es una reacción natural de la mente ante el cambio que experimenta la mayoría de las personas en algún momento de su vida”, sostiene el terapeuta Iván Sánchez en su libro ‘Sanar la ansiedad’, en el que ofrece técnicas de respiración y desarro
Iván Sánchez recoge sus conocimientos en ‘Sanar la ansiedad’. / Xaime Cortizo

“Cuando la ansiedad supone un impedimento para llevar una vida normal, lo recomendable es recibir ayuda profesional y utilizar técnicas alternativas como complemento del tratamiento que se esté siguiendo”, sostiene Iván Sánchez, experto en respiración consciente.

Veo a muchas personas en múltiples situaciones con claras muestras de ansiedad. ¿Es una enfermedad un síntoma de algo?

Nuestra sociedad está pasando por procesos de transformación muy profundos y esto hace inevitable que aumenten los casos de ansiedad. Pero la ansiedad es un mecanismo natural de adaptación al cambio por lo que no se debería considerar como una enfermedad. No obstante, si queremos hablar de la ansiedad como una enfermedad o como un trastorno, entonces debemos entender que la ansiedad no es el problema sino el síntoma, la manifestación externa. La ansiedad cumple una función similar a la que tiene el dolor en el cuerpo, pero a nivel del alma. Nos está advirtiendo para que vivamos una vida de acuerdo con nuestra verdadera forma de ser, nos habla del dolor de dedicarnos a un trabajo que no nos hace felices, del vacío de vivir en una relación con una persona que no nos ama, del miedo a decir lo que pensamos y a ocupar nuestro lugar en el mundo. 

¿La ansiedad es esencial en el ser humano o se llega a ella? ¿Qué factores incrementan la ansiedad? ¿Cuál suele ser el origen más común de nuestra ansiedad?

La causa principal de las crisis de ansiedad son emociones reprimidas que llevamos guardando desde que somos muy pequeños. Aunque nos acostumbramos a ello y llegamos a verlo como lo normal, reprimir nuestras emociones requiere un tremendo esfuerzo físico y mental. En cierto momento de nuestra vida suele llegar una situación, a menudo una crisis personal, en la que ya no somos capaces de seguir ocultando cómo nos sentimos por dentro. Otros factores que favorecen la ansiedad son el aislamiento, la falta de descanso, la mala alimentación, falta de actividad física, poco contacto con la naturaleza y relaciones conflictivas. La actitud frecuente de alarmarse y luchar para eliminar rápidamente las molestias de la ansiedad también son un obstáculo. La clave de todo está en entender de dónde viene la ansiedad y por qué sucede, para poder perderle el miedo y gestionarla eficazmente. 

Es seguro que la ansiedad, el estrés y la adrenalina quedan como colegas a tomar café juntos a diario en nuestro cuerpo. ¿Se precisa algo de ansiedad para estar vivos?

Existe una forma saludable de ansiedad que nos ayuda a enfrentarnos con diversas situaciones física o mentalmente desafiantes, en este caso la ansiedad cesa al resolverse la situación a la que nos enfrentamos. Pero si la persona experimenta ansiedad constantemente y nunca es capaz de relajarse por completo, esto indica que hay un problema que debe ser atendido. No es difícil reconocer cada clase de ansiedad, la primera nos hace sentir vivos mientras que la segunda nos hace sentir vacíos y confundidos. 

Iván Sánchez afirma que para sanar verdaderamente la ansiedad se requiere sinceridad y compromiso. Xaime Cortizo

¿Sería posible vivir sin algo de ansiedad/tensión para progresar, mejorar, avanzar, innovar…?

Constantemente la vida nos está presentando desafíos, el cambio es una condición no negociable de la vida humana, pero la ansiedad es opcional. De hecho, somos más eficaces y creativos cuando actuamos desde un estado de calma interior. La ansiedad tiende a restringir mucho nuestra visión de la realidad, mientras que la tranquilidad nos permite valorar equilibradamente un rango de posibilidades más amplio. Este estado está siempre disponible y es fácil acceder a él si disponemos de las herramientas adecuadas, solamente requiere algo de práctica. 

Antes de enfadarte, alterarte o tomar responsabilidades inalcanzables, etc., hay que respirar profundamente varias veces, dicen los educadores. ¿Se parece en algo a la respiración consciente que recomienda?

Las decisiones que se toman desde un estado de calma interior casi siempre dan mejor resultado. Para llegar a este estado de calma interna la respiración es la herramienta más rápida que tenemos. Y efectivamente, la respiración consciente es algo muy simple y fácil de aprender. Son técnicas tan sencillas como respirar a propósito con profundidad (por la nariz). Al principio puede parecer una cosa difícil puesto que nunca nos enseñan a poner orden en nuestras emociones, pero una vez que empiezas a practicar todo se vuelve sencillo y evidente. Aprender a conducir, sin ir más lejos, es bastante más difícil que calmar la mente a través de la respiración.

Perdone mi cierta ignorancia, ¿sus ejercicios prácticos se parecen en algo al namasté, ayurbeda o son de otra galaxia diferente?

La respiración consciente es una categoría bajo la cual se engloban ejercicios de respiración con un propósito y origen muy diverso. Muchas de estas prácticas proceden del yoga o de otras tradiciones orientales que llevan utilizando la respiración consciente miles de años. Existen técnicas para controlar y dirigir la energía sexual, para activar o relajar distintas funciones del cuerpo, para expandir la percepción y para muchos otros propósitos. Los ejercicios descritos en el libro son prácticas simples que sirven para calmar la mente y las emociones de manera rápida. Existen muchos otros ejercicios y dinámicas eficaces, pero por lo que respecta a la ansiedad, cuanto más sencilla y suave es la técnica, mejores resultados suele dar.

Algunas de las prácticas que propone se parecen mucho a ciertos métodos de introspección que se proponían hace años en ritos de meditación y ejercicios espirituales, ¿se asemejan en algo? 

Tal vez se puedan parecer... En principio cualquier práctica que sirva para dirigir la atención hacia nuestro interior puede ser útil para trabajar la ansiedad, ya que tomar conciencia de las emociones que se mueven dentro de nosotros nos ayuda a disolver las molestias que estas pueden producir. Las técnicas presentadas se han seleccionado de entre muchas porque son más sencillas y eficaces. Pero no son las únicas técnicas que sirven. Mindfulness, meditación, vipassana, yoga, mantras e incluso la oración pueden ayudarnos. Sin embargo, antes de comenzar a trabajar con técnicas de relajación o de respiración, es necesario entender las causas que nos han llevado a experimentar una crisis de ansiedad. Es por ello que la primera mitad del libro está dirigida a explicar en detalle estas causas. 

En su libro Sanar la ansiedad presenta una lista de crisis personales: estudios, pareja-casarse, hijos, divorcio, muerte de allegados, aborto… ¿Solo con una respiración consciente y técnicas sería suficiente en la transformación hacia la vida que anhelas?

La ansiedad aparece principalmente en momentos de cambios importantes como lo son las crisis personales. Por este motivo, es necesario entender los sentimientos que están en juego durante estas etapas si queremos ser capaces de abordar con éxito la ansiedad. Las técnicas que se explican en el libro tienen como objetivo ayudar a la persona a entender desde sí misma las causas del problema. Este entendimiento de las raíces de la ansiedad alivia las molestias y facilita enormemente el proceso en la mayoría de los casos. Sin embargo, no existen fórmulas mágicas para eliminar la ansiedad sin esfuerzo. Para conseguir sanar verdaderamente la ansiedad se requiere una disposición sincera y un compromiso de buscar las causas dentro de uno mismo. De otro modo cualquier herramienta se convierte en un recurso para salir del paso y la ansiedad volverá a entrar por la puerta de atrás en el momento más inoportuno. 

Soy ligeramente escéptica ante la reflexión y la autoayuda como eje de sanación mental. ¿Pero en qué supera su propuesta a la farmacológica de toma de ansiolíticos?

Estoy de acuerdo en que adoptar una metodología solo porque esté de moda no es una postura inteligente. Lo más importante, sin embargo, no es el método, sino nuestra capacidad de hacernos responsables de nuestros pensamientos y emociones. Una persona comprometida con mejorar su vida puede resolver el problema de la ansiedad siguiendo metodologías muy distintas. La ansiedad se presenta como algo inesperado y desconocido por lo que es normal que muchas personas se asusten y necesiten un tiempo para ir sintiéndose con la confianza y la seguridad necesarias para enfrentarse con las causas internas del problema. En estos casos los fármacos pueden ayudar a la persona a ganar la confianza que necesita para enfrentarse con su ansiedad. Pero los ansiolíticos solamente pueden neutralizar de modo transitorio las molestias de la ansiedad. En algún momento la persona tendrá que hacer un esfuerzo por profundizar dentro de sí misma y transformar este malestar con el poder de su propia conciencia y discernimiento.

QUIÉN ES

Iván Sánchez es terapeuta de respiración consciente y director de la Escuela de Renacimiento y Desarrollo Personal Renacer. Licenciado en Filosofía (Universidad de Sevilla, 2002), después de una extensa formación en diferentes metodologías de trabajo interno se especializó en el acompañamiento terapéutico con Renacimiento y respiración consciente. Ha sido alumno, asistente y traductor del creador de Rebirthing Breathowork, Leonard Orr. Acaba de publicar Sanar la Ansiedad (Ed. Desclée De Brouwer).

03/06/2024