La Comisión Europea ha decidido dar un paso al frente ante el aumento exponencial de ventas del coche eléctrico producido en China que han pasado de un 5 a un 20%. Una medida que justifican afirmando que hay competencia "desleal" por parte de Pekín y que busca proteger al mercado de la automoción europeo. Pero, ¿es una medida realmente efectiva?
En ONDA VASCA, el profesor de Economía de Deusto Business School, Massimo Cermelli, ha calificado esos aranceles como una medida "proteccionista y justa para proteger al sector de la automoción" y subraya el momento en que se ha realizado el anuncio, después de las elecciones europeas para marcar, afirma, "un antes y un después".
"La electrificación es buena y va en la buena dirección. El problema es que los que tienen los materiales para producir las baterías de esos coches eléctricos y la mano de obra más barata se ubican en Asia y no en Europa y Estados Unidos", apunta. Un hándicap en la transición energética en la que estamos inmersos, sin duda.
"En Europa ha perdido peso el sector de la automoción y la electrificación supondría una caída total del sector en Europa. No soluciona el problema pero pone un parche proteccionista. Suena más a Estados Unidos que de hecho ha sido el primero que lo ha hecho", puntualiza.
“ En Europa ha perdido peso el sector de la automoción y la electrificación supondría una caída total del sector en Europa ”
Massimo Cermelli
Los consumidores, los grandes perjudicados
Es complejo establecer qué consecuencias puede tener la medida anunciada por Europa si es que se consolida, pero Massimo Cermelli no tiene duda de que a medio plazo "los coches que circularán por nuestras ciudades serán chinos. Son buenos coches y son más baratos", reconoce. Y advierte, "aunque las empresas de aquí se alíen con empresas de China, la mano de obra es más barata y los componentes que se usan para fabricar las baterías están allí".
“ Las guerras las pagan los civiles, las comerciales las pagan los consumidores. ”
Massimo Cermelli
De hecho, señala este experto, Alemania ya se ha posicionado en contra por temor a las represalias ya anunciadas por China. "Cuando hay guerra comercial no sabes donde acaba. Una amenaza de la que no se habla es que China ponga aranceles a la carne de cerdo que llega de la UE y que es mayoritariamente de España", señala. "Es peligroso porque sabes dónde empieza pero no sabes dónde termina".
¿Quién pierde?, nos preguntamos. Para Massimo Cermelli la respuesta es clara: los consumidores porque pierden poder adquisitivo. Si los aranceles se confirman, "el coche eléctrico que viene de China comenzará a costar más", sentencia.