Noche de luna llena, ¿cómo nos afecta?

La noche de este jueves 11 de agosto tendrá lugar uno de los fenómenos astronómicos más importantes del año, la superluna de Esturión. Un auténtico acontecimiento, ya que se trata de la última superluna del 2022, que ocurre cuando el satélite se encuentra cerca o en su punto más cercano de la órbita alrededor de la Tierra.

Además, este espectáculo de la naturaleza coincide con el pico de la lluvia de estrellas de las Perseidas, que podrán observarse del 11 al 13 de agosto.

La Luna ha estado siempre muy unida a la humanidad y sus culturas y es que su tamaño, belleza y brillo han inspirado múltiples creencias y leyendas populares. Desde tiempos antiguos se piensa que las diferentes fases de este satélite afectan directamente al ciclo menstrual, la salud o el estado de ánimo. De ahí surgen palabras como “lunático” o “menstruación”, que viene del término griego y latino mes (mensis) y luna (mene).

Aunque la conexión entre la Luna y los humanos pueda ser científicamente dudosa, sí que es cierto que esta influye en la naturaleza y en la Tierra. Esto puede observarse en las mareas terrestres; la atracción gravitatoria del satélite hace que se forme un abultamiento en la parte más cercana de nuestro planeta y otro en el lado más lejano. Conforme la Tierra rota, la parte del planeta que se ve afectada por la atracción lunar cambia, lo que provoca una marea alta cada 12 horas aproximadamente en un punto dado.

Además de las mareas, la Luna estabiliza la inclinación de la Tierra sobre su eje, lo que contribuye a equilibrar el clima. El tambaleo de la inclinación del eje terrestre afecta a la distribución de la energía solar por la Tierra y puede influir en el avance o la retirada de las glaciaciones. Sin este satélite natural, los científicos estiman que la inclinación del planeta podría haber variado hasta 85 grados, provocando grandes oscilaciones climáticas.

Las fases de la Luna influyen en las mareas. Pixabay

En cuanto a la influencia que ejerce sobre las personas, una creencia muy popular acerca de la Luna es su conexión con la menstruación. Cada 28 días, el satélite completa su órbita alrededor del planeta, así como un giro sobre su propio eje, una cifra muy similar a la del ciclo menstrual. Lo cierto es que no hay ninguna evidencia científica sobre esta suposición y puede que se trate de una simple casualidad.

Pero no todos son creencias populares, se han realizado varios estudios sobre qué tipo de relación hay entre la Luna y la latencia del sueño. Así se le denomina al tiempo que transcurre entre el momento en que comenzamos a quedarnos dormidos y la primera etapa de sueño REM. Mientras más largo es este periodo, mayor es la latencia.

En un estudio en el que participaron 300 personas, se observó que durante la luna llena el sueño era menos profundo y la latencia era mayor. Sin embargo, hay otros factores que pueden influir en el sueño como el alcohol, la cafeína, el tabaco o ciertos medicamentos.

A pesar de que la mayoría de las evidencias científicas demuestren que realmente la Luna no tiene un efecto directo en las personas, no cabe duda de que este satélite natural de la Tierra ha conseguido inspirarnos a lo largo de miles de años y en acontecimientos como el de esta noche, jueves 11 de agosto, podremos disfrutar de su majestuosidad.