La entrega de este lunes de ‘MasterChef Celebrity’ parece no haber dejado indiferente a nadie, y es que a lo largo de las tres pruebas que componen cada gala ha pasado absolutamente de todo, incluido un amago de abandono.
Norma Duval ha vivido su noche más accidentada en el programa con discusiones incluidas, aunque todo comenzaba durante la primera prueba, cuando los aspirantes recibieron la visita de Miki Nadal y Juanma Castaño, los ganadores de la edición anterior, que llegaron al plató proponiendo a los concursantes un juego inspirado en las ferias en el que tenían que tirar dardos para explotar unos globos, en los que descubrirían los ingredientes que tendrían que usar durante el cocinado.
UNA NOCHE ACCIDENTADA y UN AMAGO DE ABANDONO
El juego propuesto por los ex aspirantes terminó siendo un tanto accidentado. Norma Duval acabó clavando a Miki Nadal uno de los dardos en el pie, un momento que, aunque al principio fue un tanto tenso, el colaborador de ‘Zapeando’ se ha tomado de la mejor manera posible y ha bromeado sonriendo al grito de “Ay, ay, ay”.
Sin embargo, los problemas de la noche no acababan ahí para Duval. La vedette tuvo como pareja a Lorena Castell en el primer cocinado de la noche, una prueba por relevos que ha terminado afectando a los nervios de ambas y ha provocado una discusión que a punto ha estado de conseguir que Norma abandonara el concurso, llegando incluso a quitarse el delantal.
“A ver, espérate. ¡No lleva azúcar! ¡Te estoy diciendo que no le pongas azúcar! Ahora en la ‘fondant’ se queda el azúcar por un lado, tía. Estoy tranquila, pero tú haces lo que quieres y nos están grabando. Estamos perdiendo el tiempo. Estoy con un delantal negro y no me puedo meter a cocinar, pero veo que no estás haciendo nada”, se quejaba Castell durante el rifirrafe, mientras Duval le daba una rotunda respuesta: “Bueno, pues me voy, ya está”, decía convencida.
Tras el ‘abandono’ de la vedette, Lorena Castell y Pepe Rodríguez fueron en su busca para convencerla de regresar al cocinado. Norma Duval le decía a Lorena que no quería enfadarse, algo ante lo que ella intentó mediar y reconocía su error: “Pues no nos enfadamos. Vamos a volver y me dices lo que me tengas que decir. Es verdad que a veces digo las cosas y grito. Perdóname, te he gritado”.
El encontronazo entre ambas les ha costado una buena reprimenda por parte de Jordi Cruz, que les ha recriminado no saber controlar sus emociones.
“En mi restaurante, cuando un servicio no va bien, lo último que espero de mi equipo es un ‘dejo al cliente sin comer y me piro’”, les decía muy contundente sobre la actitud que habían mostrado en la prueba.