El buque de rescate Aita Mari de la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) desembarcó la pasada semana en el puerto de Ortona (Italia) a los 43 migrantes de origen egipcio, sudanés y bangladesí, rescatados el pasado viernes de un bote en el que viajaban por el Mediterráneo central. De esa forma, completó su duodécima misión, sumando miles de vidas rescatas en el Mediterráneo.
¿Con qué realidad se encuentran en el Mediterráneo?
El Mediterráneo se ha convertido en un espacio de no derecho para las personas migrantes y refugiadas. Donde se ejerce una violencia tremenda contra ellas. Es necropolítica donde Europa decide quién muere, cuando y dónde.
¿Han denunciado que los gobiernos europeos siguen adoptando “una actitud criminalizadora hacia las personas migrantes y las organizaciones que intentan ayudarlas”. ¿Qué supone el “nuevo” pacto migratorio?
Es difícil explicar en una sola respuesta las consecuencias del nuevo pacto migratorio, pero resumiendo mucho, se puede decir que supondrá la ratificación y la legalización de las peores prácticas que se han venido llevando a cabo los últimos años. Será un gran retroceso de los derechos humanos en Europa.
Hicieron un crowfunding para la última misión. ¿Qué ha supuesto esta ayuda?
El éxito del crowfunding supone no sólo el conseguir los fondos necesarios para poder pagar el combustible y otros gastos del Aita Mari, también representa el apoyo social que nos respalda. Llevamos más de quinientos donantes, eso para todas nosotras es un gran balón de oxígeno.
¿Cómo prevé el futuro del Aita Mari?
Nos gustaría que no fuese necesario más Aita Mari, sin embargo parece que por mucho tiempo la UE seguirá omitiendo su obligación de prestar asistencia a las personas en alta mar. Las medidas que se están tomando para limitar la actividad de las ONGs de salvamento y ayuda humanitaria son cada vez más sutiles y técnicas, están por venir nuevos reglamentos y homologaciones para los barcos de rescate de las ONGs, veremos hasta dónde llegan. Nosotros seguiremos luchando por el derecho a la movilidad y denunciando las injusticias e incumplimientos de los derechos humanos que seamos testigos.
¿Por qué se decidió a ser parte de la ONG?
Porque me indignaba la injusticia que estaba siendo testigo y me niego a que se haga en mi nombre.
Han realizado miles de rescates en aguas del Mediterráneo. ¿Cómo sería la situación sin una ONG como SMH?
Somos casi una veintena de ONGs las que formamos lo que llamamos la flota civil de rescate. Cada cual con sus características de tamaño, perfil, actividad etc. Algunas más centradas en el rescate, otras en la denuncia. Las que operan aviones apoyan a las que lo hacemos en el agua. Alarm Phone, por ejemplo atiende las llamadas de emergencia y mantiene el contacto con los botes mientras nosotros les tratamos localizar. También hay organizaciones que apoyan con asesoría jurídica a las ONG o a los propios supervivientes, etc. El trabajo que hacemos es un trabajo que se hace en auzolan, en comunidad. Todas las aportaciones son importantes y a la vez son complementarias. La nuestra es una aportación modesta pero al trabajar en equipo con las demás conseguimos unos buenos resultados tanto en el terreno operativo como en el de la incidencia política.