Mientras unos se divierten en Vitoria los fines de semana, a otros les toca sufrir las consecuencias de esa diversión.
Desde que finalizaron las restricciones por covid y volvieron a abrir pubs y discotecas con normalidad, vecinos de un barrio de la capital alavesa han visto cómo su calle se ha convertido en un punto de encuentro de cientos de jóvenes que ya desde el jueves acuden una famosa discoteca en la zona.
Los vecinos coinciden en que el problema se genera a partir de las seis de la mañana, que es cuando cierra el local, porque “los jóvenes se quedan en la calle, y hay voces, gritos y trifulcas casi todos los fines de semana”.
Además del ruido que soportan por la noche, al salir del portal por la mañana “hay días que parece que ha habido una batalla campal en la calle, con olores muy fuertes, huele a vino Don Simón y a orines, además de que hay restos de comida, vómitos y cristales”.
Incluso alguna mañana se han llevado una desagradable sorpresa al encontrar retrovisores rotos y porteros, y pintadas en fachadas.
“Nos ponemos tapones para poder dormir desde el jueves por la noche hasta el domingo por la mañana porque hay días que el ruido es insoportable”, explican familias que viven en la calle Coronación, donde acuden patrullas a menudo los fines de semana.
Los que trabajan de mañana, los más afectados
Los viernes la peor parte se la llevan los vecinos que trabajan en el turno de mañana, que se tienen que levantar sobre las cinco.
“Al salir de casa ves de todo, gente vomitando o haciendo pis al lado del portal o entre los coches aparcados, restos de comida, y hay que sortear cristales de vasos y botellas rotas”, reconoce enfadado un vecino que cuando trabaja de mañana sale de casa a las cinco y media.
Casi todos recuerdan la noche del lunes, 31 de octubre, cuando "la calle se convirtió en un auténtico caos".
La discoteca celebraba una fiesta de Halloween, cerró más tarde y hubo una pelea. Tres personas participaron en dicha pelea a la salida del local, hasta donde se desplazaron varias patrullas.
Los hechos se iniciaron en el interior del establecimiento donde discutieron dos grupos de tres y cinco jóvenes. Ya en el exterior se enzarzaron en una pelea en la que varias personas resultaron heridas por golpes y cortes realizados con una navaja que agentes municipales localizaron en el lugar.
Los vecinos no daban crédito a lo que estaban viendo desde sus ventanas o mientras se toman el primer café de la mañana en la panadería de la calle Tenerías. Recuerdan que la pelea empezó “como siempre, frente a la discoteca, y luego vimos jóvenes que corrían hasta Tenerías. Todo se descontroló”.
Comercios afectados abren más tarde
No solo los residentes son los afectados. Hay algunos negocios de la calle Coronación que también sufren las consecuencias de la fiesta que se genera todos los fines de semana.
La panadería Mi Tahona y el bar Golden Gate retrasan su apertura algunos sábados y domingos por la mañana, dejando la persiana a medio abrir, para “evitar que los jóvenes que están en la calle se metan en sus locales, no están en condiciones”.
Hay vecinos que además recuerdan que los ruidos continúan por el día en esta zona, ahora con la remodelación de la calle Aldabe.
Desde hace muchos meses, el barrio ha estado invadido de obras y andamios en fachadas, aceras y la carretera para poner a punto lo que pretende convertirse en un ecobarrio modelo a nivel de Europa, dentro del proyecto SmartEnCity, con la rehabilitación de viviendas, fachadas y espacios públicos.
Y sin olvidar, tal y como nos cuentan, que las barredoras hacen acto de presencia, con su ruido inconfundible, muy temprano para limpiar los restos de la noche de fiesta de las aceras.
Ocurre la mayoría de los viernes y fines de semana en calles como Coronación, donde la fiesta se prolonga más allá de las seis de la mañana.