La precariedad que sufren los facultativos que trabajan en los centros de salud, con un gran cupo de pacientes y pocos medios humanos y económicos, repercute en la adjudicación de plazas de Medicina Familiar y Comunitaria. Por eso, el Ministerio de Sanidad dio ayer a conocer que abrirá una convocatoria extraordinaria para volver a ofertar las 473 plazas de médicos internos residentes (MIR) que han quedado vacantes en la actual convocatoria, de las cuales 459 han sido en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Hay que señalar que se trata de un auténtico récord de puestos sin cubrir en Atención Primaria ya que se trata de más del doble que en 2022, que ascendieron a 217, y 2023, que se elevaron a 203.
Esta sesión extraordinaria de adjudicación empezará a las 10 horas del miércoles y está destinada a todos aquellos candidatos que no hayan sido adjudicatarios de una plaza “por cualquier causa” y al cupo de extracomunitarios, que se ampliará con 351 plazas más, pasando así de 526 a 877.
La ministra García puso en valor que es necesario “reivindicar una Atención Primaria que sea atractiva para los profesionales”, quienes “se ven abocados a la precariedad al terminar la residencia”.
“Pero el trabajo en atención primaria es multifactorial, por lo que lo tenemos que hacer desde muchos lugares, en consonancia con las Comunidades Autónomas, que son las que en última instancia tienen que ofrecer buenas condiciones laborales para que no perdamos ese talento que necesitamos tanto como sociedad”, ha destacado la ministra.
Asimismo, en este sentido, señaló que cada comunidad tendrá que reflexionar sobre qué se debe hacer para que esas plazas de Atención Primaria se puedan cubrir, ya que, según García, a pesar de haber creado 800 plazas más de esta especialidad desde 2018, “no somos capaces de retenerlos”.
Por otro lado, García destacó que se ha creado dentro del Consejo Interterritorial una comisión exclusiva de Atención Primaria que no existía, para poder hablar “no solamente de recursos humanos, sino de desburocratización, de buena gestión, de facilitar de alguna manera de esa relación médico-paciente”.
Hay que señalar que algunas consejerías de Sanidad llevan meses advirtiendo a la ministra de Sanidad que este récord de vacantes iba a ocurrir y que había que tomar medidas estructurales, a lo que “ha hecho caso omiso”.
Para acabar con la falta de médicos de Familia, se proponen medidas como que en las próximas convocatorias los aspirantes conozcan en tiempo las plazas vacantes, y modificar y ajustar la nota mínima para que, habiendo médicos que quieren formarse, no queden plazas sin cubrir. Asimismo instan también a organizar una convocatoria adicional de 1.000 plazas de Atención Primaria en todo el territorio.
“Tenemos muchas jubilaciones los próximos años y hay que cubrirlas, ésta debe ser una de las prioridades”, señaló una dirigente sanitaria, quien subrayó que aunque la Sanidad está transferida a las autonomías, la competencia de dotar de plazas de formación y cubrir esas vacantes es del Ministerio.