En una verbena, en la radio, una amiga, un compañero de trabajo... Seguro que en alguna ocasión alguien ha entonado una canción pegadiza y tras escucharla ya no has podido sacártela de la cabeza. Sigues oyéndola en tu mente y tarareándola una y otra vez, incluso cuando ya no suena o nadie habla de ella.
A este fenómeno se le conoce como gusano auditivo, repetición de imágenes musicales o síndrome de la canción pegada. Se trata de la percepción continua en nuestra cabeza, y escapando totalmente a nuestro control, de fragmentos de melodías o de canciones. Son temas que conoces bien, con un ritmo fácil e intenso y con una letra muy pegadiza por sus repeticiones.
En la literatura científica se denomina a este fenómeno imaginería musical involuntaria, es decir, composiciones musicales que se quedan adheridas al córtex auditivo del cerebro, el encargado de procesar los sonidos, y que provocan una especie de picor mental que solo se alivia repitiendo una y otra vez la melodía y cuyo efecto puede durar horas o días.
Investigadores de la Universidad de Washington (EEUU) concluyeron en un estudio que estos gusanos auditivos se deben a que nuestras mentes se estancan en procesos mentales incompletos, lo que se conoce como efecto Zeigarnik. Si no escuchamos una canción entera, nuestra mente no puede guardarla dándola por concluida, de forma que se estanca como una aguja en un disco de vinilo. La mejor forma de evitarlo es escuchar la canción completa hasta el final.
Tabla de salvación
Los expertos explican cómo podemos acabar con estas canciones pegadizas en cinco pasos. Identificar la melodía, buscar en internet la versión completa de la canción, escucharla entera con atención, concentrarse después en algo que nos mantenga la mente ocupada y sustituir la canción pegadiza por otra que nos guste mucho nos ayudará a dar esquinazo a esa canción machacona y persistente.
De cualquier forma, existen también otras fórmulas que puedes utilizar para desviar la atención de estas melodías, que se repiten en nuestra cabeza en bucle y que pueden acabar resultando muy molestas. Estas son:
1- Masticar chicle. Cuando se nos pega una canción, hacemos en nuestra mente una vocalización mental y masticar chicle la va a dificultar. Además, mientras nuestras mandíbulas están ocupadas haciendo otra cosa, la capacidad de pensar en música se reducirá.
2- Hacer juegos de palabras. Hacer crucigramas, autodefinidos o sopas de letras te ayudará a sacarte la canción de la cabeza, puesto que pensar en palabras mantendrá ocupada la misma área del cerebro que reproduce la letra de una canción.
3- Resolver problemas matemáticos. De acuerdo a tu habilidad, intentar resolver problemas de Matemáticas que requieran toda tu atención te distraerá de esa canción tan pegadiza.
4- Taparse los oídos. Intenta no escuchar la misma canción en bucle, así como evitar melodías que sean muy repetitivas.
5- Cantar en voz alta. En cuanto empieces a notar que la canción empieza a calar hondo en tu cabeza, intenta rápidamente cantar otro tema en voz alta.
6- Distraerse con otra actividad verbal. Si la canción te causa ansiedad, puedes recitar un texto o leer en voz alta, conversar con un amigo, leer un libro, etc...
7- Vigilar el estado de ánimo. Cuando pensamos en una canción, esta nos suele contagiar el estado de ánimo que teníamos cuando la escuchamos. Si no te gusta, cambia rápidamente de canción, y si no te disgusta, escúchala y déjala que fluya.
8- Escuchar otra canción. Trata de despistar a esa canción que te martiriza con otro tema menos pegadizo, menos conocido, con un ritmo diferente e incluso de otro género musical. Escuchar la banda sonora de una película que suelen tener una duración más larga puede ayudarte a evitar la repetición.
9- Recurrir al ruido blanco. El ruido blanco tiene todas las frecuencias de sonido que los humanos pueden escuchar y suena parecido a las olas del mar o a la lluvia. Puede servir para ayudar a conciliar el sueño o concentrarse, así como para mejorar la atención y la memoria.
Las 10 canciones más pegadizas
Investigadores de la Universidad de Saint Andrews (Escocia), a través de una enrevesada fórmula matemática basada en los factores sorpresa, predictibilidad, repetición rítmica, potencia melódica y receptividad, han elaborado la lista de las 10 canciones más pegadizas de la historia. Estas son:
- We will rock you (Queen).
- Happy'(Pharrell Williams).
- We are the Champions'(Queen).
- I'm Gonna Be (500 miles) (Proclaimers).
- YMCA (Village People).
- Bohemian Rhapsody (Queen).
- Final Count Down (Europe).
- Living on a prayer (Bon Jovi).
- Jingle Bells (James Lord Pierpont).
- Who lests the dog out (Baha Men).