El Deportivo Alavés volvió a sufrir ayer una dura derrota en el que fue el segundo derbi de la temporada, y de forma consecutiva, ante la Real Sociedad. Las albiazules no tuvieron ninguna opción ante las visitantes. Y es que las de Natalia Arroyo presionaron desde el comienzo del partido muy arriba para impedir que las vitorianas pudieran hacer su juego.
Las jugadoras de Mikel Crespo no fueron capaces en todo el encuentro de sobrepasar esa dura presión guipuzcoana. Es más, el Alavés fue un juguete roto en las manos de la Real Sociedad que no tardó en hacer su primer gol para que, después y justo antes del descanso, marcara otros dos tantos y dejara así el encuentro prácticamente sentenciado. La segunda parte fue una continuación de los primeros 45 minutos ya que las visitantes lograron otros dos goles y además de forma rápida. La última media hora del encuentro transcurrió sin mucha historia y así el Alavés pudo respirar mínimamente.
La Real Sociedad comenzó el encuentro con mucho ritmo y haciéndose dueña del esférico. Sus primeras ocasiones llegaron por la banda izquierda, pero sus centros no terminaron de ser certeros ni tampoco el disparo lejano de Gaby que se marchó desviado. Las sensaciones no fueron las mejores para las locales porque las pupilas de Mikel Crespo estuvieron encerradas en su terreno de juego y no fueron capaces de salir de la presión guipuzcoana.
El conjunto donostiarra no cesó en su empeño y lo volvió a intentar con otra jugada entre Amaiur y Jensen, pero el disparo de la primera fue flojo y Larqué lo atrapó sin problemas. A pesar de su dominio, la mejor ocasión del partido, hasta el momento, la tuvo el Alavés en los pies de Carla. La extremo albiazul se marchó con calidad por la banda derecha y su disparo que se fue a la escuadra fue detenido con muchas complicaciones por Nanclares.
Impotencia manifiesta
Las de Natalia Arroyo no se amedrentaron y continuaron con su ofensiva. La siguiente ocasión fue de Gemma, quien a balón parado en una falta hizo estirarse a Larqué. El gol visitante parecía cuestión de tiempo y así fue. En un saque de esquina, un rechace le cayó a Gaby, quien estaba totalmente sola dentro del área y remató a placer para marcar el primer gol del encuentro. El Alavés intentó reaccionar y lo hizo también a balón parado. Ane Miren puso un centro que se envenenó y la defensa visitante tuvo que despejar a córner.
Sin embargo, la Real Sociedad dejó el encuentro prácticamente sentenciado justo antes de llegar al descanso con dos goles en los que la defensa local no estuvo acertada. Por un lado, Amaiur llegó a un centro totalmente sola al segundo palo para marcar a placer tras un centro raso. Poco tiempo después, Gaby consiguió su segundo gol tras un remate de cabeza.
El entrenador local, Mikel Crespo, aprovechó el descanso para dar entrada a Carrillo y tener más pegada arriba. A pesar de ello, el guión del encuentro no cambió y la Real Sociedad continuó presionando arriba. Por su parte, las albiazules siguieron con ese bloqueo mental y fueron incapaces de sobrepasar esa primera línea de presión. Es más, el cuarto gol llegó a los pocos minutos con una carrera de Jensen, desde donde centró al segundo palo para que apareciera de nuevo Amaiur totalmente sola y marcar así su segundo tanto particular. El Alavés estaba roto y prueba de ello fue el quinto gol guipuzcoano, el cual llegó en una pérdida albiazul que propició la Real Sociedad triangulase a la perfección para que luego Jensen lograra un auténtico golazo.
Ambos entrenadores movieron sus banquillos; el local para buscar un milagro y la visitante Natalia Arroyo para dar descanso a sus jugadoras. Apartir de aquí, la Real Sociedad ya bajó la intensidad y el encuentro transcurrió sin mucha historia. El Deportivo Alavés tiró de orgullo para recuperar la posesión del esférico e intentar así generar alguna que otra ocasión. Las albiazules tiraron de orgullo para, al menos, lograr un gol. Míriam robó un balón clave para asistir a Carrillo, quien no falló en el mano a mano.
Al final, las Gloriosas terminaron con otra dura derrota, esta vez por 0 a 5 ante la Real Sociedad, y con unas sensaciones muy pobres que vuelven a generar la incertidumbre en Ibaia.